Todos siempre se preguntaban: "¿Una noche podría cambiar todo?", un no rotundo sería la respuesta de cualquier persona normal, sin embargo, Shuichi Saihara tenía una respuesta muy distinta a esa pregunta ya que una noche sí cambió todo a su alrededo...
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Shuichi Saihara, un Omega de 18 años el cuál tiene solo una gran meta, la cuál es heredar el liderazgo de la casa Saihara la cuál por derecho debería pasar a ser de él, de no ser porque su tía no lo quería de esa manera. Sin embargo su tía, quién se niega a aceptar que un Omega "caprichoso" como Shuichi obtenga el puesto, prepara un plan para hacer que la amiga de su sobrino, Kaede Akamatsu, una Omega que por lo que se rumorea es la que atrae la atención del príncipe obtenga la casa Saihara, para así tener más poder y hacer que la tradición de los Saihara perdure por más tiempo.
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Shuichi se encontraba caminando por los largos pasillos hasta el comedor, en dónde su tía lo esperaba para desayunar y para darle una importante noticia.
Una vez llegó, se sentó en su lugar mientras uno de los sirvientes le servía el desayuno y mientras su tía suspiraba para luego dar la orden de que todos los sirvientes se fueran y la dejarán a solas con su sobrino.
— ¿Me mandaste a llamar... Tía? — Pregunto el joven de ojos amarillo grisáceos a la mujer del otro lado de la mesa.
— Así es, ya tomé una decisión de quién se quedará con la Casa Saihara. — Dijo la mujer mientras suspiraba.
Los ojos de Shuichi se iluminaron un poco al escuchar eso salir de la boca de su tía.
( Ya decidió por fin darme la Casa Saihara? Ésto sin duda es algo nuevo . . . ) — Pensó Shuichi mientras se ponía algo nervioso.
El silencio reino durante 20 minutos hasta que las palabras de la tía de Shuichi lo pararon.
— Se necesita mucha responsabilidad para asumir ese cargo, además de que tú recién has cumplido 18 años y no tienes ninguna relación, es por eso que... — Dijo la mujer cuando fue interrumpida por una de las sirvientas.
— Perdón por interrumpir, la señorita Akamatsu ya llegó, señora Saihara. — Dijo la sirvienta mientras hacía que Shuichi se pusiera nervioso y confundido.
Una joven chica de cabello rubio y unos hermosos ojos rosados entró en la sala ganándose la atención de Shuichi y de su tía quién la recibió con una enorme sonrisa.
— Señora Yukari Saihara, actual representante de la Casa Saihara, me presento en nombre de la Casa Akamatsu. — Dijo la chica haciendo una reverencia en señal de respetó.
— Bienvenida, no hace falta tanta formalidad cuando técnicamente eres parte de la familia. — Dijo la señora mientras Kaede se sentaba al lado de la señora.
