💕・❝ 𝟎𝟎𝟔 ❞┊・ଓ₊˚

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— Señorita... La deuda... Los cobradores ya están aquí y exigen el dinero. — Dijo una de las sirvientas haciendo que Kaede entrara en pánico.

— ¿Tan rápido? Dijeron que vendrían hasta dentro de un mes. — Habló Kaede mientras trataba de calmarse.

Hace unos meses Kaede había pedido un préstamo de 40 ducados de oro para hacer una inversión, pero los negocios no habían resultado tan buenos y aún no tenían todos los ducados que debían.

— Señorita.. tal vez la Casa Saihara pueda hacerle un préstamo, de todos modos ahí la tratan bien, estoy segura de que no tendrían problema en prestarle esa cantidad. — Dijo la sirvienta haciendo que Kaede viera su última esperanza.

— Tienez razón, encárgate de los cobradores y prepará un carruaje para ir a la Casa Saihara. — Dijo Kaede con una dulce sonrisa.

La sirvienta asintió y se fue mientras Kaede pensaba en si llevarle algún regalo a Shuichi debido a la visita tan repentina que iba a hacer.

Una vez dentro del carruaje se dirigió a la Casa Saihara en dónde al llegar fue recibida amablemente por todos los empleados.

Kaede pasó a través de todos ellos llegando a la puerta de la oficina de Shuichi, a simple vista la puerta parecía poseída, sentías como corría una especie de aura oscura, pero Kaede solo sonrió y tocó recibiendo la autorización para pasar.

— ¡Buenos días, Shui! — Dijo Kaede mientras entraba con una radiante sonrisa.

— Buenos días, Akamatsu. ¿Que necesitas? — Respondió Shuichi seriamente mientras prestaba atención a la reciente llegada de Kaede.

— Ay... Siempre tan serio, bueno ya. Quiero pedirte un pequeño favor. — Dijo Kaede algo nerviosa.

— ¿Qué favor? — Habló Shuichi con su voz tan fría como el hielo mientras miraba a Kaede con algo de confusión.

— Necesito 40 ducados de oro, y pensé que tú me podrías prestar esa cantidad. — Dijo Kaede casi temblando de nervios.

— ¿40 ducados de oro? — Repitió Shuichi mientras veía a Kaede con confusión.

— Sé que es mucho dinero... ¡Pero prometo devolverlo! — Dijo Kaede tratando de convencer a Shuichi.

Shuichi suspiro, no era que fuera mucho dinero, solo que le intrigaba el hecho de que no usará el dinero de la Casa Akamatsu, ¿Que tipo de negocio había hecho Kaede cómo para no poder usar el dinero de la casa Akamatsu? O tal vez la Casa Akamatsu se está yendo a la ruina, todo era un gran misterio y una gran oportunidad para Shuichi.

— Está bien, te prestaré los 40 ducados, tampoco es como que sea tanto dinero. — Suspiró Shuichi antes de volver a hablar. — Sin embargo quiero algo de ti...

— Si estamos hablando de la Casa Saihara, es toda tuya, de todos modos pensaba dártela, no sería buena líder de la prestigiosa Casa Saihara. — Dijo Kaede con inocencia.

— Emm, no. Lo que te quiero pedir es acceso a Forbidden Danganronpa. — Dijo Shuichi haciendo que tanto como Kaede y sus sirvientas lo mirarán sorprendidas y con algo de horror.

— ¡¿F-Forbidden Danganronpa?! — Repitió Kaede con sorpresa y nervios. — Shuichi, ese lugar está completamente prohibido... Además, ¿Cómo sabes que tengo acceso a ese lugar?

— Todo el mundo sabe que el principe te obsequio la custodia y llave de ese lugar como muestra de confianza. — Dijo Shuichi haciendo que Kaede se quedará en silencio hasta que tragó saliva.

— ¿Por qué quieres acceso a ese lugar? Ahí solo encuentras a espíritus detestables... — Dijo Kaede con algo de miedo.

— Hay algo que quiero descubrir, y solo Forbidden Danganronpa me puede ayudar. — Suspiró Shuichi.

— ¿Qué es eso que quieres descubrir? — Preguntó Kaede con curiosidad mientras se acercaba un poco más sin darse cuenta.

— Eso ya no entra en los datos que te puedo llegar a decir, solo sé que esto es lo único que me permitiría morir en paz. — Dijo Shuichi mientras su cara mostraba algo de emoción después de mucho, una tristeza que parecía estar oculta desde hace mucho.

—B-Bueno... ¡Pero prométeme que te mantendrás a salvo! — Dijo Kaede extendiendo su dedo meñique en señal de que hicieran una promesa.

— Es una promesa. — Dijo Shuichi juntando su dedo meñique con el de Kaede en clara señal de promesa.

— ¡Bien!, ¡Si es así, entonces acepto! — Dijo Kaede sonriendo feliz.

— Gracias, Kaede. Mandaré lo que me pediste hoy mismo. — Dijo Shuichi mientras Kaede le sonreía amablemente.

Un rato después, Kaede ya se había ido.

— Mi gran esplendor... Mi Lord... Kaede Akamatsu creyó cada una de sus palabras, de eso no hay duda. — Dijo Marubi haciendo una reverencia al acercarse a Shuichi.

— Sí. Resultó ser más ingenua de lo que ya tenía en mente, pero por ahora no hay razón para dejar que mis planes fluyan. — Dijo mientras sonreía.

— Usted es muy inteligente... Mi Lord, estoy segura de que logrará que su plan se vuelva realidad. — Dijo Marubi mientras entraban las otras dos sirvientas de confianza de Shuichi.

— Me alegro de que mis "Doncellas Zafiro" estén aquí. — Dijo Shuichi sonriendo.

— Su voluntad será nuestra próxima orden, Mi Lord. — Dijo Evaly mientras le enseñaba unos papeles a Shuichi.

— Incluso a pesar de cierto imprevisto, nuestros planes siguen un mejor curso que antes. — Dijo Karura entregando la llave que Kaede le había dado para Shuichi.

— Perfecto... Ahora solo hay que crear una ilusión que haga imposible creer o desconfiar en nosotros. — Shuichi tomó la llave y la guardó en un cajón que después cerró con llave.

— Seguramente usted ya tiene en mente algo, Saihara-sama. — Dijo Evaly volviendo a un tono normal al notar que alguien se acercaba.

Y a los pocos segundos la tía de Shuichi entró con aires autoritarios, las tres sirvientas hicieron una reverencia antes de irse.

— ¿Necesita algo? — Preguntó Shuichi mientras miraba fijamente a su tía con el ceño fruncido.

— Tu comportamiento últimamente ha sido muy poco eficiente, la Casa Saihara no necesita a un holgazán a cargo, así que ponte a trabajar rápido. — Dijo la tía con mucha autoridad mientras se acercaba a Shuichi.

— Me estoy encargando de todo yo a pesar de que quién debería hacerlo eres tú... ¿Y eso no es suficiente? — Dijo Shuichi frunciendo más el ceño y poniéndose nervioso.

— ¡Oh, por dios!, ¿Cómo te atreves a levantarme la voz? — Dijo la tía mientras Shuichi se irritaba.

Ni siquiera había levantado la voz y su tía ya buscaba cualquier excusa para hacerlo quedar mal.

— Si sigues así nadie te querrá jamás. — Dijo la tía con tonos llenos de arrogancia.

— Cállate... — Dijo Shuichi sintiéndose a punto de perder el control.

— Sería mejor que te arregles y demuestres que eres un digno líder, como yo. — Sonrió con arrogancia.

— ¡Ahg, ya cállate!, ¡Tú ni siquiera deberías hacerte llamar una Saihara!... ¡Tú solo eras la amante de mi tío! — Tragó saliva lagrimeando antes de decir el toque final. — ¡¡Jamás perdonaré que hayas matado a mi tía!!

Y al terminar de decir eso sintió como su cuerpo temblaba, había cometido un gran error y lo descubrió al levantar la mirada y ver a su tía sacar el látigo, sin duda alguna estaba acabo.

Completamente acabado.

ꮺ₊˚🔍𝑃𝑜𝑟 𝑐𝑢𝑙𝑝𝑎 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑎 𝑛𝑜𝑐ℎ𝑒 ⛓️꒱﹕₊˚ฅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora