Chifuyu cierra su libreta y se recarga en el respaldo de su silla con un suspiro de cansancio y una pisca de satisfacción. Estira el cuello haciendo movimientos circulares con la cabeza y luego la espalda en un movimiento casi felino. Ha pasado toda la mañana estudiando y terminando las tareas pendientes para antes de que empiecen las vacaciones de verano. Está en su último año y los temas son más complicados que antes, así que realmente tiene que esforzarse. Pero encargarse de sus responsabilidades académicas no es lo que lo ha hecho levantarse temprano un sábado en la mañana.
Con un leve movimiento, dirige la mirada hasta el reloj posado en la esquina derecha de su escritorio, rezando para que, en esta ocasión, el tiempo haya avanzado de verdad y no se haya quedado congelado, como las otras quince veces que su nerviosismo le hizo mirarlo compulsivamente. Gracias al cielo parece que ha logrado concentrarse lo suficiente para que ahora marque las once de la mañana y no sabe cómo sentirse al respecto.
Chifuyu se muerde el labio inferior y golpea sus dedos sobre la madera del escritorio mientras piensa. Se siente nervioso. Un poco ansioso. Porque el día antes de ayer, Baji-san le ha invitado a salir y él ha aceptado de forma natural hasta que, un par de horas después, leyendo un manga de romance en la soledad de su habitación, se ha dado cuenta de que, tal vez, lo había invitado a su primera cita oficial y no a las salidas casuales que han tenido hasta ahora.
Piensa que debió darse cuenta al instante. Cuando convenientemente, Baji no lo miró a la cara para preguntarle si estaría libre el fin de semana, o cuando le dijo que no tenía que preocuparse por el dinero, que él invitaba esta vez. Pero Chifuyu es bastante denso la mayoría del tiempo y no ayudó mucho que él tampoco llamara a esa invitación una "cita", si es que lo es y no sólo es Chifuyu haciéndose ideas equivocadas.
Chifuyu se levanta de la silla y camina a pies descalzos hasta el cuarto de baño para llenar la bañera. El agua cae rápidamente, deslizándose por el grifo, llenando toda la habitación de vapor que se disipa en cuanto añade el agua fría para obtener una temperatura templada que le permita deslizarse dentro sin tiritar de frío o encogerse por el calor.
Una cita. No puede dejar de pensar en ello, sobre todo por la incertidumbre. Nunca ha tenido una, aunque se considera un experto, al menos en teoría, y esa es probablemente la razón por la que se siente tan ansioso. Es verano y sabe que las citas en esa temporada siempre son una visita a algún festival a las afueras de la ciudad o un viaje rápido a la playa para jugar con fuegos artificiales. Sabe que la primera cita es el momento ideal para mirarse a los ojos y decir en voz alta todo lo que no se han dicho. Es el instante en el que el corazón late fuerte, suenan campanas y todo parece demasiado brillante.
No sabe si él está listo para eso.
Baji-san es el tipo de persona que le gusta; es fuerte, es divertido e incondicional. También es caótico e impulsivo, por lo que cada día con él es una aventura nueva, pero lo más destacable es que, desde que comenzaron a pasar tiempo juntos, Chifuyu nunca se ha sentido solo, ni aburrido una vez. Tampoco ha tenido que pelear por su cuenta de nuevo, pero ¿qué significa eso exactamente? Ninguno de sus mangas tiene la respuesta y vaya que la ha buscado.
Chifuyu se sumerge en la bañera hasta que sólo la mitad de su cabeza sobresale del agua y sopla para crear burbujas que se rompen al instante. Piensa, porque no hay muchas cosas que alguien pueda hacer mientras toma un baño. Piensa en lo que significa que él y Baji estén juntos y como se siente al respecto, porque si bien el inicio de su relación fue extraño, no siente que nadie lo haya obligado a algo. Recibir esas cartas era lindo y aunque nunca se había planeado salir con un chico, la idea tampoco le causa disgusto. Tal vez simplemente debería dejarse llevar.
Dejarse llevar. Sí. Eso es lo que ha estado haciendo y tal vez por eso se siente tan insatisfecho, pero tampoco es como si hubiera otra cosa que hacer. Baji ha sido —sorprendentemente— paciente y comprensivo. Sabe que Chifuyu no se siente igual que él, pero definitivamente, a lo largo de esas semanas, ha dejado de ser indiferente a él. Siente cariño y apego, además de admiración. Son compatibles y tienen una química tan increíble que prácticamente pasan todo su tiempo libre juntos, pero ¿es eso suficiente?
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Glasses, Sweters and Love Letters | Bajifuyu
FanficDonde Chifuyu recibe cartas anónimas de amor cada lunes, se mete en peleas por diversión y consigue un novio por accidente. fanart por: https://twitter.com/pu_________uq