Un Uzumaki Entre Las Dunas

Capítulo 7

CAPITULO SIETE

Naruto se despertó a la mañana siguiente al amanecer. Había mucho que hacer y muy poco tiempo para hacerlo. Necesitaba perfeccionar el rasengan y el rasen-shuriken. Había hecho un buen progreso con el rasengan y estaba a punto de completarlo por completo. El rasen-shuriken era otra historia completamente diferente. Todavía estaba destrozando sus brazos y el recuerdo de ese dolor no lo reconfortaba. Afortunadamente, ninguno de sus clones había tenido un 'episodio de Kyuubi' y no había necesitado ser disipado.

Calculó que otros doscientos clones y habría perfeccionado el rasengan para el almuerzo. Se preguntó cuántos debería dedicar a la técnica shuriken mientras bajaba para comenzar el desayuno. Quería evitar a Temari tanto como fuera posible, al menos hasta esa noche. De esa forma tendrían algo de qué hablar. Gruñó mientras sacaba unos huevos del frigorífico. Pensar en demasiadas direcciones nunca había sido su punto fuerte.

Primero, tenía que aclarar sus prioridades para el día. Mientras colocaba la sartén sobre el quemador y la encendía, rápidamente salió y formó doscientos clones. Les dio sus instrucciones y se apresuraron al desierto para trabajar en la técnica. Pensó que no sería demasiado largo ahora ...

Volvió a entrar y rompió los huevos contra la sartén, vertiendo las yemas dentro. Etapa uno completa, ahora para la etapa dos. Esperó a que terminaran sus huevos antes de ponerlos en un plato y tomar asiento a la mesa. Mientras comía rápidamente, su mente volvió a su cita de la noche. Ciertamente ella era vivaz. Le encantaba burlarse de él por alguna razón y, sin embargo, incluso cuando era agresiva, había un tono juguetón subyacente. Sacudió la cabeza y devoró el resto de sus huevos. No podía permitirse el lujo de distraerse hoy. Había mucho que hacer.

No deseando lavar su plato en ese momento, lo tiró al fregadero y salió por la puerta. Se concentró y convocó a casi quinientos clones, les dio sus órdenes y se fueron para comenzar el jutsu rasen-shuriken. Esperaba que hicieran algún progreso hoy ...

Girando sobre sus talones, comenzó a caminar hacia la oficina de Gaara. Quería empezar en su tierra si era posible.

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Gaara había tenido una mañana tranquila, algo que no se veía a menudo en Suna. Sus esperanzas de que siguiera así fueron aplastadas cuando vio a Naruto entrar por la puerta tirando de una secretaria enojada detrás de él. El Kazekage hizo una mueca y suspiró profundamente. Su amiga rubia podría ser un dolor de cabeza.

"Te lo digo, no tienes una cita para ver a Kazekage-sama. ¡Por favor vete ahora!"

"Y te lo digo, soy un amigo suyo y solo tomará un momento. ¡Quítate de encima, señora!"

"Mori, déjalo en paz. Yo me ocuparé de él."

La mujer se inclinó y le disparó a Naruto otra mirada antes de cerrar la puerta detrás de ella con un clic firme. Naruto resopló y se sentó en la silla frente a Gaara, ignorando el remolino de arena detrás de él.

"¿Y por qué has elegido honrarme con tu presencia esta mañana, Naruto? Espero que no sea algo demasiado urgente. ¿O has decidido renegar de tu cita con mi hermana?"

"Fácil, fácil. Nada de eso. Solo me preguntaba si ya habías encontrado un terreno para que yo lo comprara. Tenía la esperanza de empezar".

Gaara parpadeó dos veces y se dio la vuelta para agarrar un pergamino que estaba en el alféizar de la ventana. Se lo arrojó a Naruto y se reclinó en su silla.

"Está en las afueras de la ciudad, fuera de las murallas. Es todo lo que pude conseguir que te aleje de los demás. Tienes un espacio prácticamente ilimitado, es más grande que el complejo. Hay un pequeño manantial ubicado en una cueva en el propiedad y vegetación escasa como usted pidió. Es realmente un pedacito de tierra desolada. ¿Por qué pidió esos requisitos específicos? "