Bajamos a la playa, me descalcé para sentir el cosquilleo y la suavidad de la arena en mis pies, el solo me miraba con una sonrisa ladeada, una ceja alzada y con las manos en los bolsillos de su vaquero.
Era atractivo sin duda, el típico chico al cual tu padre no aceptaría como pareja, mi cabeza me dictaminaba que me alejara de el, sin embargo no iba a juzgarle por la primera impresión, algo en mi quería conocerle.
-Nena, ¿Te vas a quedar ahí parada o moveras tu lindo cuerpo a sentarse a mi lado?
-Me giré sobre mis pies, y le lance una mirada de advertencia, el simplemente volvió a sonreír de una manera arrogante, rodé los ojos y tome asiento a su lado
-No me llames nena, soy Rose
-Suspiré y sonreí un poco cuando ésta vez fue el el que rodó los ojos
-Me gusta llamarte nena linda, ahora cuentame de ti, dime que tipo de ser extraño eres, aunque creo que no hay nada que me sorprenda a estas alturas.
-Me mira de reojo mientras se acuesta en la arena, dibujando con las yemas de sus dedos sobre ella, como una caricia, haciendo trazos al azar, le mire dudosa, podría contarle algo, pero no sabía si decirle que era una bruja, en todo caso, si era conocido de mi "cuidador" no podía ser peligroso, y también podía usar la legeremancia para asegurarme de que no era peligroso
-Pues tengo 16 años, mi familia es enorme y estamos en peligro por culpa de una...
Banda criminal, por asi decirlo, y bueno...-le miré nerviosa, y el me aparto un mechón de pelo de la cara
-Dilo linda, no tengo miedo.
-Suspiré y miré hacia el horizonte, el mar estaba en calma
-Soy una bruja, gryffindor para especificar, alguien valiente que pondría en riesgo su vida por algo a lo que apoya a toda costa.
-El sonrió, y acarició mi mejilla con un dedo, yo solo miraba al horizonte en mi mundo
-He conocido a vampiros, viajeros del tiempo, cazadores de demonios... He conocido a tu "cuidador" sin embargo nunca había conocido a una bruja.
-Se le iluminaron los ojos por un instante, como un relampago lleno de ilusión
-¡Una bruja!, debe ser glorioso.
-Noté como me observaba sonriendo, y yo le miré, ese chico era extraño, demasiado para alguien que no tiene poderes, que no conoce mi mundo, noté como se incorporaba y me ofrecía una mano para que me levantase, la cual acepté, aun no confiaba del todo en el, pero algo en mi interior me invitaba a seguir conociéndolo, saber si era quién decía, o si en verdad era un simple muggle
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El poder del bien
Fiksi PenggemarUn nuevo mal se acerca esta vez les toca a los mas jovenes combatirlo