Dos sueños, dos modos de ver la vida, una misma ciudad, por casualidad se encontrarían, ahora dependerá de ellos si continúan juntos mientras luchan por cumplir sus metas y un nuevo sentimiento va naciendo.
Habrá spoilers del manga
Todos los perso...
Notas: Contenido sexual Pueden escuchar la canción de arriba que es la que acompaña a este capitulo.
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Afuera estaba lloviendo, la ventisca azotaba el agua helada contra los ventanales del departamento de Nanami, ni siquiera el abrigo que llevabas puesto te hacía entrar en calor.
-¡Hahahaha!... Mmmmm ¿Qué?- se quedo mirándote.
-¿De qué te ríes?- preguntaste un poco seria, seguías enfadada por lo de hace un rato.
-Vuelve a mirarme así- te pidió -Es que de verdad me dio gracia, te quedaste mirándome e hiciste una cara graciosa, ademas te vez adorable con tu nariz roja- dijo Nanami.
-No estoy de humor, mi nariz esta así porque tengo frío- le respondiste.
-¿A no estas de humor?- Te tomo de la muñeca para intentar acercarte a él pero te alejaste.
-Sueltame- le rogaste -No creas que todo se soluciona tan fácil-
-Pero de verdad te veías linda, te quedaste viéndome tan concentrada y alzaste una ceja- lo dijo tratando de imitar la expresión que lo había hecho reír.
También funciono para ti porque él lo hizo de forma graciosa, sabias que lo había hecho precisamente con esa intención, comenzaste a reír mucho, se te hacía difícil aguantar, siempre te resulto complicado estar seria ante situaciones como esa, después de todo, ya lo habían hablado, debías confiar en él, ademas no podías dejar de pensar en lo atractivo que se veía con su camisa abierta hasta el tercer botón y como trataba de solucionarlo, a él tampoco le gustaba el hecho de que te hizo enfadar.
-Ven pequeña- Te tomo del brazo jalandote hacia él, tal vez lo hizo con un poco de fuerza porque choco contra el sofá cayendo en el. Estaban demasiado cerca, te tomo por la barbilla y comenzó a besarte, no pudo evitarlo, quería probar tus labios, le encantaba ver como aún te sorprendías cuando lo hacia ,simplemente le pareció demasiado excitante verte sobre él con tus piernas alrededor de sus caderas, el abrigo que llevabas era casi del tamaño de tu falda cubría la mitad de los muslos con tu cabello suelto para Kento era una visión mágica.
Te acercaste hasta su mejilla para darle un beso comenzando a ir dejando otras pequeñas caricias y besos que iban desde el lóbulo de su oreja hasta el cuello, no aguanto más y se rió.
-¿Qué tienes?- le preguntaste
-Tu cabello me esta haciendo cosquillas-
-Oh, será mejor que resistas porque esto acaba de empezar- le susurraste al oído, sus manos estaban sujetando tu cadera recorriendo tu espalda, el contacto te causaba escalofríos pero no querías demostrarlo, las gigantescas mangas de tu abrigo te dificultaban un poco el movimiento pero te las arreglaste para tomar las manos del rubio entrelazando sus dedos y llevándolas sobre su cabeza, estaba a tu merced, eso te gustaba, bajaste tu rostro hasta el cuello lamiendo y dando pequeñas mordidas que parecían estar calentandolo y la prueba se encontraba en el bulto creciendo en su entrepierna.
