VII

955 91 6
                                    

De que podría querer hablar contigo, si hasta hace un rato te había dicho que todo estaba bien entre ustedes, fuera lo que fuera te habías puesto algo nerviosa.

La diferencia de altura entre él y tu era muy notable, te veías tan pequeña a su lado, podría fácilmente cubrir todo tu cuerpo con solo abrazarte, la oscuridad de la noche solo la contrastaban un poco las  luces de la ciudad que se colaban entre los edificios que estaban cerca del puente donde se encontraban, el no llevaba puestos sus lentes, y aunque por la oscuridad no podías ver su expresión, por su tono de voz sabías que estaba nervioso.

-Me vas a decir porque te detienes?, no me digas que te da miedo la oscuridad- dijiste riendo nerviosa tratando de romper el hielo.
-No, no es eso-
-¿Entonces porque...
-Eres muy hermosa-
-Oh, eso me tomo por sorpresa-
-Cada cosa de ti, es perfecta, ¿sabes porque me fui de tu casa ese día? No fue porque no quisiera besarte sino porque si lo hacía no podría detenerme, desde él día que te conocí despertaste la curiosidad en mí, y ahora después de tiempo de conocerte te haz colado en cada parte de mi ser hasta llegar a mi corazón, hacía mucho tiempo que no sentía esto, para ser sincero no creo haberlo sentido antes con alguien más, y ahora estoy aquí como un estúpido adolescente confesando mis sentimientos, no te forzaré a que me correspondas pero tenías que saberlo...

-Yo... No se que decir-.
-No hace falta que digas nada, entiendo que mereces alguien que pueda hacerte feliz como lo mereces, que quiera hacer las cosas divertidas que te gustan, y que no tenga que trabajar tanto, alguien de tu edad...
-Es que no quiero a alguien de mi edad, te quiero a ti...
Sus ojos se abrieron más de lo normal, y tu te sonrojaste, lo habías dicho.
-¿Que dices?
-Que me gustas tu, que quiero estar contigo, y no me importan esas tonterías de la edad o si haces o no cosas que me gustan a mí, disfruto de pasar el tiempo contigo, tus detalles, y lo que haz hecho por mí...Nanami, Te quiero...
Ahora el estaba con la boca abierta
Solo pudo decir: Pequeña, también te quiero.
A lo que respondiste -Entonces Nanami, puedes besarme si quieres cuando quieras.
-¿Qué tal si lo hago ahora?-
-Y ¿que estás esperando grandulón?-
Lo jalaste de su corbata hasta ti, sus respiraciones estaban sincronizadas y sus narices quedaron juntas , sus manos bajaron hasta tu cintura, es contacto te estremeció, torpemente llevaste tus manos hasta su nuca y finalmente juntaron sus labios en un beso tierno y calmado comenzando a asimilar lo que pasaba, ambos habían imaginado ese momento pero el contacto de sus labios superaba cualquier sueño que hubieran tenido, el beso comenzó a intensificarse, sus lenguas entraron en la boca del contrario y un hilo de saliva quedo cuando se separaron por la falta de aire.

-Eso fue maravilloso pequeña-
-Si, lo fue- respondiste todavía algo agitada.
-No tienes idea de cuanto tiempo soñé con esto.
-También yo-
Te dio un beso más en los labios, fue tierno, luego otro más en tu frente.
-Vamos niña, te acompaño a tu casa-
-¡Claro!- tomando su mano comenzaron a a caminar.

Llegaron a la puerta de tu apartamento
Y él te dijo: -Te veré mañana pequeña-
Luego de esto deposito un beso de despedida, pudiste sentir como se estremeció cuando mordiste ligeramente su labio inferiror.
-Será mejor que me vaya-
-Si, hasta mañana-
Lo viste irse, y antes de que se alejara le gritaste: ¡Nanami! Él volteo ¡Te quiero! Dijiste, ante esto sonrió y siguió su camino.

You and I | Nanami Kento |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora