Jugando con la Oscuridad.

Capitulo 33

No contestó, sino que se retiró para curar su mano una vez que su sangre había goteado lo suficiente sobre el brazalete como para que éste brillara con un inquietante tono verde. Lentamente, el brazalete flotó en el aire, con una nube de humo negro que se arremolinaba bajo él. Todos los que estaban alrededor de la cama se arrodillaron bajando la cabeza, pero él se limitó a esperar mientras la nube empezaba a solidificarse en la forma clara de unas piernas y un torso y unos brazos y unos hombros y una cabeza. Y una vez que la nube empezó a desvanecerse, un rostro pálido con estrechas rendijas rojas como ojos se enfocó hacia él.

"Antes de que empieces a maldecirme con Crucios otra vez, déjame explicarte", dijo levantando las manos con las palmas hacia fuera en una postura defensiva.

"Potter", arremetió Voldemort.

"Harry", dijo. "Es Harry desde que tenía dieciséis años y lo sigue siendo o no estarías de vuelta ahora mismo. Por favor, escúchame", dijo. La comprensión de que estaba vivo parpadeó en el rostro de Voldemort y le dio la oportunidad que necesitaba.

"La Profecía tenía que llevarse a cabo hasta el final. Lo sabes o no habrías pasado tantos años intentando matarme. Ya lo ha hecho. 'Cualquiera de los dos debe morir a manos del otro porque ninguno puede vivir mientras el otro sobreviva'. Te lo dije todo hace años. No ninguno como en uno o el otro, sino como en cada uno de los dos. Tú me mataste, yo te maté, ambos vivimos al menos unos minutos con el otro muerto, así que la Profecía se ha cumplido y ya no nos afecta". Dumbledore jadeó y se volvió y miró al anciano.

"Nunca pensaste en eso, ¿verdad? Por supuesto que no. Interpretó la Profecía de la manera que quería que se cumpliera, no de todas las maneras posibles. El poder que el Señor Tenebroso no conoce no era el amor; era que yo podía sentir los otros Horrocruxes y él no podía porque ya no eran una parte conectada de él, pero ser un Horrocrux me hacía estar conectado a ellos. Y la Profecía decía: "Se acerca el que tiene el poder de derrotar al Señor Tenebroso", no el que lo haría permanentemente".

"Tú lo derrotaste..." Dijo Dumbledore todavía jadeando con una mano agarrándose el pecho.

"¡Porque me obligaste a hacerlo, carajo!", le gritó. "Joder, he tenido que imaginármelo siendo tú para tener la suficiente intención de lanzarle la maldita maldición. Todo el mundo en esta sala, excepto tú, sabe que matarlo era lo último que quería hacer". Dumbledore miró alrededor de la sala y también a todos los que seguían arrodillados.

"Mi señor, si me permite hablar-" dijo Hermione, pero Voldemort la cortó.

"¡Cómo te atreves a hablarme, Mudblood!" Voldemort arremetió.

"No soy la Mudblood que parece, mi Señor", dijo Hermione y levantó el brazo izquierdo tirando de la manga. "Tu invocación tiene el poder de neutralizar el Polijuicio". Voldemort volvió a apartar la mirada de ella hacia él y metió la mano en el bolsillo interior de la túnica y sacó de él la varita de Voldemort.

"Harry, por favor..."

"Oh, cállate", dijo, lanzó su varita hacia Dumbledore con un encantamiento silenciador y extendió la de Voldemort hacia el hombre con el mango hacia fuera. Sabía que se acercaba, pero eso no hizo que golpear el suelo en los lanzamientos del Cruciatus fuera menos doloroso.

"No te muevas", dijo Voldemort. Asintió jadeando y observó desde el suelo cómo Voldemort se acercaba a Hermione. "Si me mientes, debes saber que tu muerte no tardará en llegar".

"Sí, mi Señor", dijo Hermione aún sosteniendo su brazo.

Observó desde el suelo cómo Voldemort le tocaba la punta de la varita en el antebrazo. La Marca Tenebrosa reapareció junto con su rostro, que cambió y se contorsionó, y el color de su cabello pasó de castaño a negro con mechas blancas. Voldemort sonrió mirando alrededor de la habitación mientras todos los demás miembros de la "Orden" se transformaban en sus verdaderos mortífagos y sus marcas oscuras volvían a ser tan brillantes como siempre.