Whenever, wherever「TomoKazuWeek 2021」

| Besos Glaseados |

Lumine, Paimon y Beidou se acercaron a Tomo un día, las tres destilando una aura alegre, pero al mismo tiempo determinada. El rubio no lo comprendió e inclinó la cabeza, luciendo igual que su gatita cuando estaba confundida, siendo una prueba más de que, en definitiva, las personas se parecen a sus mascotas.

En secreto ante ese gesto, Lumine y Beidou pensaron que ese tipo de rasgos eran una de las cosas que el samurai tanto amaba acerca de Tomo.

Ellas le explicaron que tenían preparado una fiesta para Kazuha, pero que él al ser tan atento, inteligente y con unos sentidos absolutamente agudos, la fiesta dejaría de ser una sorpresa. Por lo tanto, necesitaban una distracción perfecta y las tres lo eligieron al unisono.

—Eres el adecuado para este papel.  —setenció Beidou, palmeando el hombro del rubio, y destapando su botella para beber su tan preciada bebida.

—¿Qué te hace pensar eso? —cuestiono, pero no porque desconfiara de ellas, realmente estaba intrigado, pues Tomo creía que Kazuha seguía igual de atento incluso con él.

En sus viajes juntos, Kazuha siempre se daba cuenta de los peligros humanos y climas tormentosos con total antelación, incluso detectaba cuando Tomo estaba resfriado antes de que se diera cuenta él mismo y en las peleas lo protegía de los ataques que él no lograba notar.

Y como si Beidou hubiera leído su mente, tomando un último trago, soltó un jadeo complacido y le sonrió con profunda confianza, aún con su mano reposando en el hombro del chico.

—La persona con la que Kazuha siempre baja la guardia, ¡eres sólo tú, Tomo!

Los irises púrpuras se expandieron en asombro, contemplando la mueca de Beidou y parpadeó cuando ella le guiñó el ojo. Con Paimon afirmando varias veces con la cabeza, Lumine prosiguió a contarle la iniciativa; la estrategia era que Tomo hiciera todo lo posible para mantener a Kazuha concentrado en él. Al final, lo único que hizo Tomo fue estar al lado de Kazuha como siempre, e incluso se había olvidado de la existencia del plan en primer lugar. Después de todo, él era una persona de naturaleza indomable, nunca seguir planes era parte de un instinto suyo.

Los dos disfrutaron de su tiempo juntos como cualquier otro día, sentados en el borde trasero del barco; Kazuha recargó su cabeza en el regazo del rubio mientras creaba una melodía por medio de una hoja,  Tama dormía a un costado arrullada por el sonido y Tomo acariciaba la cabellera de espuma de mar del samurai, dándole ganas de dormir ya que el toque del rubio era tan relajante y le pidió que dejara de hacerlo luego de unos minutos, o de lo contrario de verdad dormiría, ya que no podría resistirlo.

No podía resistir nada cuando se trataba de Tomo, siempre siendo su punto débil.

En compensación, Kazuha se sentó en las piernas del más alto y se acurrucó en el pecho del otro, siendo capaz de oír su melodía preferida, su fuente de serenidad, coraje e inspiración. Así, comenzó a escribir poemas y en el proceso le preguntaba su opinión a Tomo, éste contestando tanto en palabras y gestos lo maravillado que se encontraba al leerlos, elogiando de forma genuina y cariñosa la habilidad de Kazuha, el albino en consecuencia sólo caía más y más por él.

El tiempo paso tan rápido que los dos en medio de palabras, sugerencias y besos tenues, se sorprendieron cuando anocheció.

—Siempre te gusto el mar, y el Alcor da unos buenos panoramas, ¿no lo crees? —mencionó Tomo al moverse ambos en la parte superior del barco, donde Xu Liushi solía estar para vigilar. Ahora ausente, debido a la petición temprana de Beidou dejar el barco sólo por hoy. Despues de todo, Kazuha no era cercano a los tripulantes en lo más mínimo. En esa noche, sólo la gente que él apreciaba estaba ahí—. Es espectacular.

La luz de la luna iluminaba de manera preciosa la superficie del mar, las estrellas también reflejándose allí, dándole la apariencia de agua galáctica. Tomo reflexionó si  Kazuha ya había realizado poemas nacidos por ser testigo de ese escenario. No era el mejor poeta, pero esa vista era un segundo motivo para seguir practicando.

—No te equivocas, Tomo... —Kazuha rascó su pómulo por unos instantes, avergonzado—. Pero, no les he puesto la atención suficiente.

—¿Por qué?

—No los encuentro más encantadores que tú —respondió Kazuha, sentandose en la barandilla de madera donde los brazos de Tomo también reposaban, así el samurai adquirió más altura que el rubio. La luna alumbraba a Kazuha, generando que sus hebras de nieve brillarán al igual que la silueta de sus rasgos de porcelana, el carmín de sus mejillas resaltó tanto como el de sus ojos—, entre todas las maravillas que la naturaleza puede obsequiar, siempre  preferiré mirarte sólo a ti.

Con esas palabras, Tomo realmente olvidó cómo respirar durante unos segundos, atinando a observar sólo a Kazuha sin mencionar ningúna palabra, en sus orbes de amatista se reflejaba la imagen del samurai otoñal que siempre cargaba ramos de versos para él, impregnados de las fragancias más encantadoras provenientes de los sentimientos sempiternos de su corazón.

Kazuha se encargó de extinguir la distancia que los separaba, los dos cerrando los ojos de forma lenta hasta hacerlo por completo al momento que sus labios se juntaron. El beso no demoró el transformarse en uno más atrevido y apasionado, sus bocas totalmente unidas, embriagándose con la sensación que el acto les brindaba. Kazuha posicionó su mano bajo la coleta del rubio, buscando acercarlo aún más, desgustando lo que Tomo ofrecía para él y llegando a sorprenderse de la avidez que el rubio era capaz de provocarle con su dulzura glaseada de primavera.

—E-Eh... —una voz familiar para ambos los sacó de la burbuja de calma y dulzura que siempre creaban juntos, se separaron de inmediato y miraron con los rostros afiebrados al origen—. P-Paimon lamenta interrumpirlos, ¡pero te tenemos una sorpresa, Kazuha!

—¿Una sorpresa? —el nombrado de verdad que lucía anonadado con esas palabras y Tomo sólo pudo rememorar el principio del día, burbujas calidas se manifestaron en su pecho. Entonces... Sí que Kazuha bajaba por completo la guardia con él.

—¡S-Sí! ¡T-Te esperamos abajo! —La hada descendió para regresar con su preciosa amiga, Lumine le entregó una mirada que transmitía complacencia y ternura al ver a ambos chicos, atreviéndose a alzarle a Tomo un pulgar debido al éxito del plan.  Él sólo se sonrojó más.

Después de celebrar sin escándalo —pues el ruido era desagradable para Kazuha—, sólo charlando y jugando un par de juegos de mesa tanto de Liyue e Inazuma, Paimon que aún poseia energía se dedicó a jugar con Tama, mientras que Tomo se quedó dormido luego de compartir varias raciones de sake con Beidou, acostado en el regazo de Kazuha, una entrañable inversión de la posición que compartieron durante el día.

Mientras bebía, Tomo se había desatado el cabello y... En verdad, cuando él lucía así, Kazuha no podía despegar la mirada del rubio, si bien sus mechones recogidos también le eran preciosos, sueltos... A él le encantaba acariciar y tomar entre sus dedos aquellos rayos de amanecer, y al acomodar una porción de esas hebras doradas detrás de una de las orejas de su amado, Kazuha se percató que Lumine se sentó a su lado, sus ojos destellando con una travesura discreta.

—Así que comiste un poco de pastel antes de tiempo, eh...

—¡Lumine-san! —protestó Kazuha con la voz más baja posible para no despertar al nombrado "primer pastel" por la viajera.

Ella sólo rió.

[...]

Si Genshin no le da la atención e importancia merecida a la muerte de Tomo, ¡entonces yo también la ignorare y haré que esté vivo! En este AU, Tomo y Kazuha nunca se separaron y estuvieron juntos en la cacería de visiones, Kazuha evitó que hiciera la imprudencia de ir al Tenshokaku de esa forma. Y demás cosas que profundizaré en otras historias, hehe.

Con Tomo vivo, muchas cosas serían geniales ;u;

Cómo el cumpleaños de Kazuha, que fue el 29 pero realmente he estado a full, pero terminaré esta week de todas formas.