Drabbles ✿

𝑪𝒍𝒖𝒎𝒔𝒚 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒆

Información:
TaeGi
Temática: Fluff
Extensión: +600 words

Un fuerte estruendo retumbó en las paredes del castillo, el sonido del vidrio chocando contra el piso le siguió, y un grito ahogado que se rompió en el aire, completó la armonía.

Pisadas veloces se oyeron en las escaleras segundos después.

– ¿Yoonie?– exclamó la voz preocupada de la persona que se acercaba por el pasillo hacia el lugar del cual provenía el desastre.

– Pri- príncipe Tata– la voz quebradiza del chico de tez pálida que yacía recostado en el piso, se sintió como un peso insoportable en el pecho del principe, que apuró aún más su andar para llegar al encuentro de su pequeño.

Cuando el príncipe entró al salón principal, apareció ante él una escena que desearía poder decir era inusual, pero no lo era.

El pequeño príncipe; que por cierto era su prometido, se encontraba en el suelo enlozado de la habitación, pequeños trozos de vidrios de lo que había sido una decoración del lugar se situaban al rededor de su cuerpo, casi creando una silueta, y finos hilos de sangre corrían por sus delicadas manos por los cortes provocados.

– ¡Oh mi torpe principito! ¿Te has hecho daño?– exclamó Tata con suavidad mientras se acercaba al chico y tomaba su cara empapada en lágrimas entre sus manos– No llores mi vida, son pequeñas heridas que podemos curar– dijo mientras presionaba sus labios en la frente del contrario.

– N-no estoy llorando por las heriditas– aseguró con los ojos cerrados mientras disfrutaba de las pequeñas caricias que estaba recibiendo por parte de su prometido– Es sólo qué– un suspiro, que rápidamente se convirtió en un sollozo no le permitió seguir hablando.

Taehyung, al ver que su pequeño lloraba con tanto dolor, rápidamente lo tomó por debajo de las axilas y lo sentó en su regazo. La pequeña naricita que se posó en su cuello, cuando Yoongi decidió refugiarse allí aspirando su aroma, le hizo cosquillas. La leve presión en sus caderas por las piernas que le rodeaban, le hizo sentir cálido a niveles que no podría explicar. Y el suave murmullo de la respiración contraria, le hizo saber que de apoco el llanto había menguado.

– Sé que ibas a decirme– murmuró en el oído del pequeño príncipe, con un tono tan bajo que de no ser por la cercanía, probablemente no le hubiese entendido– Sé que llorabas porque te sientes muy torpe, porque crees que solo causas problemas, pero ¿sabes qué?– hizo una pequeña pausa para alejarse un poco y así poder estar frente a frente– Yo me enamoré de ti por eso; me enamoré de la inocencia con la que caminas por la vida, me enamoré de que cada vez que te caes, te tropiezas o rompes alguna cosa, sabes cómo volverte a poner de pie y solucionar las cosas– dijo mientras dejaba pequeños besos en la carita sonrojada de su prometido– Me enamoré de ti, porque eres tú, y no importa cuántas decoraciones rompas, o cuántas veces te caigas en cenas o bailes importantes, yo seguiré ahí, orgulloso de poder decir que eres el amor de mi vida– finalizó su declaración juntando sus labios en un beso que les aceleró el corazón.

Pasados unos segundos, se separaron con suavidad; los ojos de ambos permanecían cerrados, sus frentes unidas, y el inicio de una sonrisa curvando sus labios.

Sabían que tenían que moverse de ahí; que debían curar las heridas en la mano de Yoongi, y recoger los vidrios repartidos por el piso para evitar más accidentes, pero la comodidad en su burbuja de amor era demasiada como para salir de ella.

Además, tenían todo el día para hacer aquellas cosas; eran sólo ellos en la inmensidad del castillo después de todo.