2- Desconfianza

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Maddyson

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Maddyson

Aún no lograba creer lo que el chico repelente me había dicho.

Mis padres me amaban jamás me harían eso ¿O si? Que había hecho mal para que quisieran casarme con alguien que no amo, ¿Porque asi? Porque papá hacia esto...

Entonces sus palabras vinieron a mi mente

Tu seguridad siempre estará primero para mí, mi pequeña zafiro...

Mi corazón no quiera aceptar, tal vez solo hayan entendido mal...

Bueno retomando el tema, estoy acostada en el asiento del avión, cuando escuché la razón quise estar sola, lo más que puedo, no es que puedas estar sola en un avión con 3 adolescentes. Bueno creo que dos adolescentes porque Karmelo parece tener entre 19 y 20 años.

Siento como alguien se sienta a mi lado y para mí sorpresa esa el repelente había dicho.

Si, repelente, porque ese chico era el propio Repelente anti humanos de la tierra, grosero y muy descortés.

-¿Estas bien? - Su pregunta me tomo muy desprevenida.
- lo estoy, gracias por preguntar. - intenté ser cortes pero pareció sarcástico cosa que jamás me había pasado, yo jamás hablo con sarcasmo.

¿Que te pasando Maddyson? Tu no eres así, ¿¡que le estás demostrando al chico que acaba de preocuparse por si estás bien!?

Por un segundo temí de haberla cagado pero entonces el pareció no tomarle importancia antes de mirarme a los ojos. Juro que intenté descifrar lo que sea en su mirada cosa que no pude ya que él se encuentra totalmente inexpresivo.

- Se quien eres Maddyson ni siquiera intentes descifrar algo de mi solo con mirarme, y cuando descubras algo de mi, sea insignificante o no, juro que no tendrás mi siquiera tiempo de lograr analizarlo cuando ya tengas una bala en medio de tus cejas. - regué grueso mientras el me sostenía la mirada. Sus ojos cafés son profundos con una mirada tan helada que para alguien que le cae bien a quien sea que conozca, un trato como el de el hacia mi, me llama la curiosidad del saber ¿Porque eres así?

- No iba a hacer nada solo estaba sosteniendo tu mirada, no tengo tiempo de analizar más nada que no sea lo que me dijiste hace unos minutos...

- El chico alzó una ceja sin más expresión en su rostro - ¿Hace unos minutos? Ya casi llegamos a Rusia has pasado casi 2 horas allí mirando tus pies.

- Parpadeo varias veces dándome cuenta que e chico tenía razón pasé casi 2 horas mirando mis pies pensando lo que él había dicho, así que solo suspiré y asentí, algún día tendría que volver a ver a mi papá y le preguntaría el por qué lo hizo. - Gracias.

-¿Porque?

- Por que si no fuera por ustedes quien sabe que cosa hubiera hecho Kristina y yo la hubiera seguido sin pensarlo.

por cada tinta en tu piel [libro #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora