capitulo 1

232 18 5
                                    

Sábado. Seis de la madrugada

Mi teléfono esta sonando. Lo escucho, pero, no puedo despertar. Es como si lo escuchara a través de un gran túnel, pero, se que esta a mi lado. Uso todas mis fuerzas para despertar. El teléfono suena una y otra vez. Lucho conmigo mismo para abrir mis ojos.

Cuando deja de sonar me relajo un poco y justo antes de volver a dormirme una pregunta invade toda mi mente ¿Quién era? Y un recuerda llega a mí:

-----------------------------------------Flashback-----------------------------------------------------------------------------

 Estaba con Lilly, en mi casa, viendo una película en el sillón de mi sala de estar. Estábamos viendo Bajo la misma estrella cuando de pronto, ella toma el control y le pone pause a la película. Lilly se voltea a verme. Cruzamos nuestras miradas por mucho tiempo hasta que ella dijo:

-¿Louis?-Pronuncio mi nombre con ternura.

-¿Si?-Respondí  yo.

-Un día necesitare tu ayuda y se que harás lo que te pida.

-¿Mi ayuda? ¿En que?

-Ya lo sabrás a su debido momento – Sonrió.

-Okay-Dije y asentí con la cabeza.

Lilly le dio Play a la película y la seguimos viendo aunque yo no estaba prestando mucha atención ya que, no podía sacarme de la cabeza lo que me acababa de decir ella. ¿Mi ayuda? No lograba imaginar en que.

--------------------------- Fin Flashback------------------------------------------------------------------------------------

-¡¡Lilly!!-Grite cuando por fin logre despertar.

Busque mi celular en el velador, que estaba junto a mi cama, hasta que lo encontré. Lo encendí. Eran casi las siete de la madrugada. Tenía tres llamadas pérdidas y un mensaje, que, tal como lo sospechaba eran de Lilly.

Le iba a devolver la llamada pero recordé que no tenia dinero en mi celular así que revise el mensaje que decía: “Louis, Necesito tu ayuda urgentemente. Ven a mi casa. –Lilly.”.

Me levante casi corriendo y  me puse lo primero que encontré: una polera sin mangas, unos jeans claros que estaban un poco sucios y unas zapatillas blancas.

Salí de mi habitación. Fui a la cocina, agarre un Post-It y un lápiz que estaban en un mueble. Les deje una nota a mis padres por si se levantaban cuando yo no estaba. La nota decía que iba a la casa de Lilly por que al parecer, le había pasado algo y que volvería pronto.

Saque las llaves de mi madre para abrir la puerta de la entrada y las deje en su lugar. La casa de Lilly estaba a cuatro cuadras de la mía. Me puse a trotar hasta que por fin llegue a su casa.

Me pare frente a su puerta y toque el timbre. Mientras esperaba que alguien abriera, trate de recuperar el aliento por que realmente me había cansado.

Cuando la puerta se abrió, apareció la hermana de Lilly en el umbral, Ashley, y me miro de hito en hito. Luego dijo:

-Hola, Louis. Pasa. Lilly te esta esperando en la cocina-Hizo un ademan para que pasara.

-Hola, Ashley-Trate de sonreír pero realmente estaba muy nervioso.

Desde que conocí a Ashley, hace un par de años atrás, me había parecido un poco hostil y fría con todo el mundo. Lilly me explico que era por que había vivido algunas cosas en su pasado que la hicieron así.

Entre a la casa y seguí a Ashley hasta la cocina, a pesar de tener solo 15 años era muy alta. Y siempre vestía de negro con sus labios rojos, a diferencia de Lily, que usaba solo colores alegres y nada de maquillaje. Las dos se parecían bastante.

Cuando vi a Lilly, sentada en una silla frente a una mesa con una taza de café en la mano y la mirada perdida en ella,  se me puso la piel de Gallina.

-¿Lilly, Que paso?-Pregunte con verdadera angustia.

Ella tardo un rato en responder hasta que dijo:

-Mi… Padre… Murió-Era como si cada palabra le doliera en el alma.

Nunca espere una respuesta así y lo único que se me ocurrió decir fue:

-Pero, ¿Cómo?

Lilly no volvió hablar. Y en la habitación reino un silencio absoluto que fue interrumpido por Ashley.

-Louis, te tenemos que contar algo, pero, tienes que jurar no hablar de esto con nadie-Dijo esto con mucha severidad.

-Claro-Respondí yo.

De pronto, se escucho un ruido como si algo hubiera chocado fuertemente con la casa. Y por la ventana de la cocina vi pasar algunas sombras.

Lilly se levanto de la silla y se dijo como para si misma.

-Seres Oscuros.

-¿Qué?-Le pregunte yo.

-Seres Oscuros-Repitió ella-Chicos, Vayan al sótano y cierren la puerta. No salgan hasta que ellos se vayan.

-No-Replicó Ashley.

-Ash. Ve.

-¿Pero…?-

-¡¡Vayan!!-Grito Lilly

-Okay-Se rindió Ashley-Vamos, Louis.

La seguí por casi toda la casa hasta llegar a una puerta que debía ser el sótano. Baje con ella hasta llegar a otra puerta. Ashley se detuvo y agarro unos lentes de sol que estaban en una repisa.

-Póntelos-Me los tendió-Los necesitaras.

Yo obedientemente me los puse y ella también se puso los suyos. Abrió la puerta y vi que la habitación podía cegarte de lo brillante que era, literalmente, estaba llena de luces destellantemente blancas  y entendí la razón de los lentes.

No era muy grande la habitación y Ashley me pidió que me sentara frente a ella. Tenía un millón de preguntas que necesitaban respuestas. Cuando me había dispuesto a formularlas, ella me hizo una señal de que guardara silencio.

De arriba se escuchaban ruidos de cosas caerse de sus lugares, golpes fuertes y  susurros inaudibles. Después de un rato se escucho un grito muy fuerte que obviamente era de Lilly. Cuando me estaba parando para salir a ayudar Ashley me sujeto de la muñeca y me obligo a sentarme de nuevo.

Los segundos parecían una eternidad. Cuando escuchamos que Lilly nos llamaba salimos los dos al mismo tiempo de la habitación brillante. Subimos las escaleras del sótano y nos dirigimos a la cocina donde encontramos a Lilly tirada de espaladas en el suelo casi inconsciente.

Yo me quede paralizado mientras que Ashley  se arrodillo junto a ella.

-Louis, no preguntes nada… Todas las respuestas… las sabrás en el momento indicado…-Dijo Lilly-Tienes que cuidar de Ash… y ayudarla…

-¿Ayudarla? ¿En que?-Pregunte yo

-Ella te lo explicara-Estaba cerrando sus ojos cuando dijo-Adiós. Te quiero.

-No…-Fue lo único que logre decir.

Lily ya había cerrado sus ojos y eso solo significaba lo que no lograba aceptar. Había muerto.

La observaba fijamente sin poder creer lo que había pasado cuando de la cabeza de ella empezaron a salir dos pequeños cuernos. Quede completamente paralizado y sin poder pronunciar ni una sola palabra. Y cuando el cuerpo de Lily se empezó a evaporar mágicamente. Me sentí muy mareado y caí. No podía creer lo que acababa de presenciar.

Núcleo: Los guardianes de la piedra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora