Jin un Alfa de la especie de lobos Bora, que desde la muerte de su Omega, perdió toda motivación. Pasaron 15 años y sólo queda el rastro de aquel gallardo lobo, que sacaba suspiros a todos a su paso.
Cierto día decide obedecer a su amigo guardaespa...
Uno nunca sabe cuánto tiempo puedes permanecer en el ojo de la tormenta. Por eso, debes disfrutar cada momento como si fuera el último.
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Pasó una semana desde que Taehyung despertó, una semana en la que Jin pudo poner la nueva vivienda en orden, para la llegada de su amado Omega.
Fue la semana más difícil para Jin, tener que fingir la ceguera no era tarea fácil. Más cuando Tae le preguntó el porqué del cambio en el color de sus ojos. Tuvo que inventar que estaba usando unos lentes de contacto, porque no quería usar lentes con montura.
Afortunadamente, Tae le había creído y dejó de seguir preguntando acerca de ello.
Las heridas de Tae sanaron a la perfección desde que su tigre despertó, los doctores se asombraron por su recuperación tan rápida y aunque estaba listo para irse en sólo tres días, prefirieron tenerlo una semana, para estar seguros.
Ahora, Jin fue a recogerlo después de arreglar todo con la administración del hospital, para la salida de Tae.
-Aún no puedo creer que tengo un hermano- Tae limpiaba sus lágrimas mientras hipaba, tratando de controlar su llanto.
Namjoon no había tenido el valor de decirle a su hermanito la verdad, no hasta que lo vea totalmente recuperado. Ahora, al fin le dijo toda la verdad, el cómo fue secuestrado y separado de su familia. Le contó lo mucho que lo buscaron, omitiendo la información sobre la muerte de sus padres, causado por la depresión; seguido por todo el clan. No necesitaba ponerlo más triste y angustiado, a partir de ese momento se encargaría de cuidarlo y darle el cariño que no pudo durante tanto tiempo.
-¡Y yo no puedo creer que ya tengas un Alfa! - Namjoon rompió el abrazo, también limpiando sus lágrimas. Cambió el tema de conversación, porque ya no quería seguir llorando, los hermanos Kim ya no tenían que volver a sentirse solos.
-Y-yo, yo... - Tae se puso rojo de la vergüenza, no sabía cómo reaccionar ante esa llamada de atención. Claramente no había captado que su hermano sólo quería molestarlo.
-No creas que no voy a vigilar al lobo ese, fijarse en un niño. ¡Debe ser un pervertido!- Namjoon seguía sumergido en su papel de hermano sobreprotector, cruzando los brazos a la altura de su pecho.
Tae lo miró con cara de susto, pudo imaginar que pronto saldría vapor a través de sus orejas, o quizás por su nariz.
-No... No es malo, él me trata muy bien. Aunque, no sé si es un pervertido, sólo lo hicimos una vez, así que no puedo afirmarlo o negarlo. Pero si analizamos...
