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Sin darte cuenta, comenzaste a aferrarte a algo para salir del abismo. Cuando ese algo falta, ¿Cómo evitar caer nuevamente?
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Los días pasaron y Jin se estaba acostumbrando a asistir al Stream de ese Omega llamado V, no entendía porqué, pero se sentía mucho mejor cuando el tierno Omega –y sin filtro– le escribía después de cada sesión

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Los días pasaron y Jin se estaba acostumbrando a asistir al Stream de ese Omega llamado V, no entendía porqué, pero se sentía mucho mejor cuando el tierno Omega –y sin filtro– le escribía después de cada sesión.

El cambio en su persona fue notado de inmediato por el guardaespaldas, cuando ya no tenía que recogerlo a altas horas de la noche y con los ojos hinchados.

Ahora se iba a las siete en punto, claro siempre y cuando no ocurrían imprevistos. Como en ese momento.

—Señor Kim, el representante del clan Jeon, ha solicitado una reunión urgente con usted. Está esperándolo en el despacho— le informaba la hermosa beta que tenía como asistente.

¿Por qué a mí?— pensaba rendido.

Cuando Jeon lo visitaba, normalmente era para persuadirlo en invertir en sus negocios, de los cuales dudaba si eran del todo legales.

Con la mente positiva, tenía la esperanza de acabar pronto con esa imprevista y muy inconveniente reunión.

Caminaba apresurado, siendo seguido por su guardaespaldas, a quien tampoco le agradaba la presencia de ese lobo polar.

—¡Hola Jinguichi!— Saludaba el joven Alfa de inmediato al notar que entraban a la sala de espera de la gran oficina del mayor.

—No me llames así, es molesto— respondía frío, como de costumbre.

De repente se sintió nauseabundo pues sentía muchas fragancias que emanaban de ese extraño lobo polar.

—¡Uff! ¿Acaso pasaste por un burdel antes? Apestas, cachorro. Hasta yo que no tengo un lobo puedo sentir demasiados perfumes baratos— hacía muecas de disgusto, aguantando las ganas de devolver lo poco que había logrado almorzar.

Yoongi también se sintió asqueado, pero estaba más acostumbrado a esos aromas.

—¡Oh! Lo siento, lo siento. Tenía unas diligencias que cumplir antes de venir— respondía restándole importancia, siguiendo a Jin al interior de su oficina la cual separaba la sala de espera con ventanales de vidrio.

—¿Y cuáles eran esas diligencias? ¿Cogerse a todo el prostíbulo?— preguntaba Yoongi irónico y en tono bajo.

Sin embargo, uno de ellos lo había escuchado muy bien y volteó lanzándole una mirada fiera y retadora.

No era un secreto que Yoongi y Jeon no se llevaban del todo bien.

—Muy bien, ¿A qué debo está inesperada visita?— Seokjin era directo, quería acabar pronto con ello.

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