Día #4 parte 1

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Apegados al plan, el trío de hermanos se levantó temprano en la mañana, desayunaron y partieron directo al lugar para reservar.  Jiang Cheng se encargó de dar instrucciones específicas para lo que quería el día sábado en la noche.  Todo tenía que ser perfecto para aquella fecha tan especial. La comida debía ser variada debido a la diferencia de gustos entre los invitados y la iluminación no tan resplandeciente; solo algo acogedor y cálido.

La recepción se daría en las  afueras de  la parte más alta del establecimiento; siempre y cuando no lloviera, claro.

Finalmente las bebidas estarían disponibles para cualquiera que no tenga el apellido Lan. Con eso el menor aseguraba una amena velada para todo el mundo y de paso le evitaba un paro cardíaco al tío Quiren al ver a sus no tan perfectos jades siendo unos desvergonzados.

Para el gran momento de Jiang Cheng, se arreglaría un escenario especial en la parte con la mejor vista de la terraza en la que se desarrollaría el evento.

De día el  lugar no se veía tan hermoso, pero el Jiang sabía que por la  noche, las luces de la cuidad en pleno apogeo les mostrarían un paisaje único. Él mismo fue testigo de eso en una de las muchas cenas a las que Xichen le llevó en su intento de conquistarlo.

En sí, era un lugar bastante especial para ambos y el Jiang quería aprovechar este hecho para sorprender aún más a su tonto novio.

—Vaya hermanito, tu no escatimas en gastos eh?—. Habló Wei Yin para seguido emitir un gran silvido por el costoso lugar y apoyar su brazo en el hombro de Jiang Cheng.

—Cállate, hablas como si no tuviera el dinero suficiente para permitirme estos lujos—. Contraatacó el Jiang apartando el hombro en el que se arrimaba Wuxian.

—Claro, claro. Lo siento. Olvidé que eras el guapo veterinario, ternura con los animales y el mejor profesional que todo cliente quisiera tener—. Bufó picaramente el ojigris recordando los múltiples clientes que llevaban sus mascotas a la clínica de Jiang Cheng.

Las muchachas, muchachos  y señoras siempre cotilleaban sobre el hermoso veterinarinario y sus dotes físicos, además de que muchas personas morían viéndole interactuar tan adorablemente con los animales que trataba. Un encanto y un muy excelente profesional en todo su esplendor.

Ir a la clínica veterinaria de Jiang Cheng era como conseguir la promoción de: ¡Cure a su mascota y llévese las sonrisas del guapo veterinario completamente gratis!

Xichen tiene muchos problemas lidiando con esa oferta. Bebió mucho vinagre por la gente que coqueteaba con el menor en un intento de llamar su atención.

El Lan tenía bajo amenaza al pobre de Wen Ning si no alejaba a los clientes demasiado "amistosos" del lado de Jiang Cheng; dado que este último era muy ingenuo para comprender cuando alguien se le insinuaba abiertamente.

Xichen no sabía si temer o agradecer este hecho.

En resumen, a Jiang Cheng le iba bastente demasiado bien en su trabajo y conseguía muy buenas ganancias haciendo lo que más ama y disfruta en la vida.

—Hermana  ¿podrías callarlo de una vez? Si no lo haces tú con mucho gusto yo le cierro la boca a golpes—. Rogó Cheng  a Yanli en un intento de esconder el sonrojo que se llevó por el comentario del ojigris.

—A-Xian, deja de molestar a ChengCheng—. Pidió la mayor al estar acostumbrada a este tipo de disputas entre sus hermanos.

— Pero shijieeee..... es solo que Jiang Cheng nunca antes había hecho algo como esto y quiero saber a qué se debe—. Respondió Wuxian con un tono lastimero y recostándose dramáticamente en la espalda de Yanli, pero sin cargar todo su peso en ella.

Tú si sabes querermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora