Gina Dupain era una mujer bastante perspicaz, en todos sus viajes había aprendido nuevas experiencias, tantas que le hicieron darse cuenta cuando algo estaba mal, sobre todo cuando se trataba de su familia. Su nieta no era una excepción.
No ha sido en más de tres semanas en que ocurrió un extraño suceso donde expulsaron a su nieta, desde entonces Sabine le había explicado con preocupación que Marinette había estado actuando extraño, se estaba esforzando por ocultarlo, pero podían notar la tristeza en su mirada mientras se esforzaba por fingir una sonrisa, no sabía que era lo que le estaba pasando, sin embargo, era muy preocupante, en especial dado por que Sabine ya no veía a Marinette junto a su amiga Alya, en lugar de eso, se encontraba con Adrien, unos chicos llamados Marc y Luka o Kagami, una nueva amiga de su nieta, sin embargo, de Alya y el resto no sabía nada.
Era obvio que algo había pasado, su hijo como su nuera no estaban seguros que sucedió exactamente, pero tuvo que ver con la expulsión que ocurrió en la escuela y si era así, ella planeaba averiguarlo para que Marinette supiera que tenía a alguien con quien contar, por que lo último que quería era que por un problema su nieta fuera akumatizada.
"Toise..." alzó la vista ante el llamado, encontrándose los ojos de su viejo amigo y compañero de viaje pokémon, Blastoise, el pokémon marisco se encontraba en el suelo junto a ella descansando al lado de un estanque solitario que frecuentaban para no llamar la atención, usaba un pañuelo azul en la cabeza con una mega piedra brillando de forma orgullosa demostrando la unión de pokémon y entrenadora.
Gina no pudo evitar soltar un suspiro al notar la mirada preocupada aunque seria de su viejo amigo, estaba consciente de que él sabía en lo que estaba pensando dado a que había compartido tantas experiencias que sabía como leerla perfectamente, siendo tan traslucida y transparente ante los ojos de su pokémon.
La mujer de cabello blanco estaba sentada al lado de su compañero cerca del estanque, Gina le dio una pequeña sonrisa y le palmeo el caparazón en una señal de que estaba bien "Lo sé, no debería alterarme tanto como la última vez, pero es mi nieta, algo malo esta pasando con ella" respondió mirando al cielo de forma distraída.
Blastoise asintió de forma comprensiva, sabía a que se refería, no entendía que sucedió, pero la mujer le había hablado de lo que paso en el día del cumpleaños de su nieta cuando fue 'akumatizada' y supo que a ella le preocupaba que le sucediera lo mismo a Marinette, dado a la experiencia horrible por la que Gina hizo pasar a su propia nieta ese día al estar bajo el control de HawkMoth, le preocupaba que en algún punto a Marinette le ocurriera lo mismo y no podían permitírselo.
Aunque Blastoise no iba a negar que desde que la nieta de su entrenadora nació había querido jugar y convivir con ella, pero también sabía que no podía, la guerra que separo a parte de la población humana de los pokémon fue un acuerdo que todas las naciones sabían, Gina tenía que proceder con precaución si quería revelar su existencia a su nieta. Sin mencionar que ahora, luego de la impresión que tuvo Rolland cuando conoció a Gina y la reacción que tuvo Sabine al saber de la existencia de tales criaturas, aunque no precisamente mala, prefirieron esperar al momento adecuado.
Y tanto entrenadora como pokémon sabían que ese momento llegaría pronto. Los ojos de Blastoise se dirigieron lentamente a una pokébola blanca con un centro rojo que se encontraba descansando a un lado de ellos con un pokémon adentro que ansiaba por salir y explorar el mundo junto a una entrenadora, vivir luchas, batallas y pasar buenos momentos juntos que perduraran en su memoria para siempre. Tal como él lo había hecho una vez hasta que conoció a Gina.
"Blas Blastoise" El pokémon le señalo la pokébola que estaba cerca, era una Honor Bola, una pokébola que Gina había utilizado para capturar al pokémon dentro de ella.
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Brillant Sparkle
FanfictionLa vida de Marinette Dupain-Cheng ha dado un vuelco ahora que Lila a puesto a la mayoria de sus amigos en su contra, siendo consolada por las pocas personas que se han quedado con ella, Gina no puede soportar ver a su nieta de esa manera y revelara...