Brillant Sparkle

Spark 36 - Tomando acciones, castigos y arrepentimientos.

Tikki estaba acurrucada en silenció, ha conocido a personas retorcidas que buscaban hacer lo que querían pero ¿esto? Era la segunda vez que alguien lastimaba activamente a su portadora a propósito, ella todavía recuerda a Juana, el como parecía tan resignada a su destino en la hoguera mientras le confiaba los pendientes al portador de la mariposa de esa época para que se los devolviera a la orden.

Lamento en aquella ocasión en que no presionó a Marinette por no decir la verdad al señor Agreste a la primera oportunidad que tuvo o que se lo contará como mínimo a sus padres, tal vez, solo tal vez, se hubiera hecho algo antes.

Lo lamento por aquella chica que tuvo que enfrentarse a Lila y estuvo sola en todo momento cuando finalmente se rompió sin alguien que la consolara, y agradeció de todo corazón que Marinette no corriera el mismo destino, que al menos tuvo personas que la amaban y confiaban en ella cuando las grietas comenzaron a formarse a su alrededor.

Ella se limpió las lágrimas en silenció mientras escuchaba a Luka consolar a Adrien y animarlo, estaba decidida, no importaba como, ella trataría de hacerlo mejor para Luka, no permitiría que ni él y ni Adrien sufrieran las consecuencias por esa mentirosa.

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Nathaniel encontró a Marc y le contó todo lo que hablaron con Max, fue directo, el pelirrojo sintió como su boca adquiría un mal sabor con cada palabra y el horror que pasaba por la expresión de Marc, al final, el joven lo abrazo, angustiado. Nathaniel solo devolvió el abrazo, pero sintió que no se lo merecía, por que sabía que estuvieron a punto de hacer lo mismo.

¿Que si no rompieron las cosas de Marinette o la insultaron con palabras vulgares? No, pero sus acciones todavía lastimaron a su amiga, al menos, él por su parte se limito a mirar en silencio mientras escuchaba las cosas llena de veneno de Alix o quedarse parado en su lugar cuando Alya casi golpea a Marinette – a decir verdad estuvo demasiado sorprendido por lo que estuvo presenciado, pero eso no fue excusa – y no puso ninguna objeción al plan de Alya solo porque los demás estaban de acuerdo.

Que cobarde era ¿no?

Estaba más agradecido por Marc, el dulce chico en sus brazos, que le abriera los ojos en los momentos finales antes de que Marinette se fuera de París.

Tal vez debería hablar con ella para saber como estaba, Nathaniel notó que la azabache por lo general era quien le mandaba mensajes primeros debes en cuando, pero no cree que debe ser así.

“Ella es horrible,” Se atraganto Marc porque no sabía que más decir respecto a Lila, esa chica quería orillar a su primer amiga en Francoise Dupont a suicidarse y no le importaría en lo más mínimo.

Nathaniel pensó que él también era horrible.

“Oye, Marc,” Nathaniel tragó, “Voy a contarte algo más tarde,” sinceramente el de cabello rojo ya no podía soportarlo, no le importaba si Marc lo terminaría odiando, tenía que decirselo y si su amigo quería terminar su amistad, se lo merecía.

“¿Hay más?” pregunto Marc con desconcierto.

“Es más algo que hice por cobardía durante ese tiempo antes de que te acercaras a decirme que era lo correcto.” Fue la respuesta del de ojos turquesas antes de que un grito los sobresaltara a ambos y fue de una voz bastante familiar y que envió escalofríos

“¿¡PORQUE ESTOY CASTIGADA!?” El grito resonó desde el patio de la escuela y Nathaniel se estremeció por el volumen.

“Alya” murmuraron ambos antes de dirigirse afuera para ver que estaba pasando desde el segundo piso. Ahí encontraron a Alya, a su madre, a su hermana y al director. Notaron que Alix, Kim, sus padres y la señorita Bustier estaban desde el otro lado del segundo piso observando todo con preocupación.