Cap. 5

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-Mi cerebro aún no llega a procesar todo lo que está ocurriendo- dije mientras seguía de cerca a Astor, quien iba con su mochila sobre los hombros y una cara de póker característica.-¿En algún momento procesa algo?- dijo en forma de burla el pelinegro. Desde los 40 minutos aproximadamente que lo conozco puedo deducir que es un completo idiota.-¿Algún momento paras?- pregunté con bronca. Íbamos por el mismo camino por el que había llegado a mi casa, solamente que en dirección hacía el bosque. -La verdad que no- responde el pelinegro- Eres muy fácil de enojar y a mi me gusta hacer enojar a la gente, es como un don que tengo- explica para luego mostrar una sonrisa falsa hacia mi dirección. -Cambiando de tema- dije- Cuéntame de ellos- Hice referencia a los dos seres que nos encontramos hace muy poco y yo quería atacar con una navaja.Astor borró su langida sonrisa del rostro y volvió a su estado serio. Traga un poco de saliva y comienza:

-Como te dije, esos son los Yaik, son hermanos. Uno es un genio luciferino llamado Jasy, que se pasea buscando personas para desaparecer y llevarselos a su hermano menor Taon, el cual es canibal-dijo para después voltearse a ver mi reacción ante eso último. Quedé anonadada por saber que estuve tan cerca de..

-No te distraigas Emilia y presta atención- ordenó Astor. No hice otra cosa más que obedecer.

-Jasy siempre anda con un baston, que es considerado como su "varita mágica" ya que se dice que en el se acumula toda su fuente de poder de atracción y que nunca abandona.- contó.

-Pero cuando los vi no tenían ninguno un bastón- dije en forma dudosa porque siempre soy muy observadora.

-Bueno, no me preguntaste que hice para que queden como los dejamos- comentó el pelinegro mientras miraba hacia todas partes al mismo tiempo que ¿Olfateaba algo? - Jasi al no tener su bastoncito de mierda es muy inofensivo y al ser el cerebro de la situación, Taon es más inutil. 

-Pero no me estas diciendo que hiciste- le recordé.

Descuelga su mochila del hombro y la abre para sacar una botella de licor y pequeño palito de madera. 

-Acordate siempre de llevar alcohol a donde vayas- explica- más si sabes que el Jasi tiene una debilidad por la bebida.- finalizó con una sonrisa en la cara viendo el bastoncito y la botella de licor, para luego guardar todo en la mochila. -Bueno Lia, ahora que ya sabes esto, dejame decirte que nos queda una noche larga- comenta Astor, mientras cada paso que damos, nos vamos acercando más al bosque.- Y durante todo esto, te vas a enterar de muchas cosas.- confesó para luego ambos adentrarnos a las profundidades del bosque.

¿Acaba de decirme Lia? 

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Astor iba a la delantera con una tranquilidad que a mi no me contagiaba para nada. Estaba ansiosa. No sabía donde estaba mi papá y menos sabía por donde ir a buscarlo. "Él es un hombre sensato y nunca haría nada que lo ponga en peligro" pensaba mientras le trataba de seguir los pasos tan grandes que hacia el idiota que tenía al frente. 

-Muchas veces estuve acá- confiesa Astor cuando disminuye su paso para quedar al lado mio.-Es como mi segundo hogar, me lo conozco como si fuera la palma de mi mano- dijo para después detenerse frente mio y conectar nuestras miradas. -Se que aún no confias en mi y es lógico, nos conocimos hace- pausa para mirar el reloj que cuelga sobre su mano derecha- menos de 2 horas porque son casi las 22, pero lo que quiero decirte es yo tampoco confio en vos.- aclara para luego retomar la caminata.

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No sé por cuanto tiempo caminamos, pero llegamos a una capilla abandonada. Creo que ahora Oberón no es el lugar más tétrico que he visto en mi corta vida. Era deplorable y el grado de deterioro en el que se encontraba era indescriptible. Estaba rodeada de maleza por todos lados y de lejos se podia ver las grietas que tenía todas sus paredes. 

-Acojedora no?- preguntó sarcasticamente Astor.

-Prefiero no responder.- dije sin dejar de fijar mi vista en ese lugar- ¿Qué hacemos acá?-pregunté.

-Primero tenemos que idear un plan y gran parte del pueblo esta vigilada por los Vrins, asique el bosque era el lugar más adecuado para esto- explica para después dirigirse hacia la gran puerta de la iglesia.

-¿Cómo sabes que no vendran acá?- dije asustada- COMO SABES SI NO NOS SIGUIERON Y ESTAN AHORA CON NOSOTROS- exclamé muy alterada, viendo hacia todos lados.

-Dios, no podes ser más paranoica mujer- aseveró Astor mientras sostenía la puerta para que entre- Si pasan la mayoría del año en el bosque, vos crees que vendrían?- planteo para después indicarme con el dedo que entre o me dejaba afuera. Solamente hice caso... otra vez.

Antes del amanecer con Emilia- by Fernanda ObandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora