Capitulo 4

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Iba corriendo por la calle y choqué con Eric
-¿Que te ocurre?-dijo con preocupación.
-Quiero escapar Eric, que terminé esto...
-¿Que? ¿que pasa?
-Mi vida es una maldición ¿que he hecho yo para que...- dije entre llantos.
-No... No lo vas a hacer... Sólo dime que te pasó.
-Mi padre...- Di un suspiro.- Me golpeó y me trata como si tuviera 50 años...
-Pero... ¿Porque venías corriendo? Tu casa está lejos.
-Me echó de la casa... ¡¡Lo odio es un maldito inmaduro!!
-¿Y vas a las casa de tu madre?
-Ojalá...- dije a punto de romper en llanto.- ella....murió....
-Ooh... Lo... Siento mucho.
-Da igual...
-No, no da igual, Joy... Mi casa no queda tan lejos, vivo con mi tía pero se fue de viaje a Japón así que estoy sólo y creo que te puedes quedar a dormir en su habitación.
-¿De veras?- Dije secandome las lágrimas con las mano.
-Si claro te puedes quedar hasta cuando quieras.
-¡Muchas gracias! Me alegro de haberte conocido- lo abrazé muy fuerte, en serio, muy fuerte.
-De nada.- Respondió el y se sonrojó.
Nos fuimos hacia su casa cuando llegamos sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta
-Pase Mi Lady -Dijo con una sonrisa en la cara.
-Gracias- le sonreí.
Pasamos a la sala, había una mesita un sofá un tanto viejo y una lamparita que iluminaba todo el lugar. Eric me indicó el pasillo.
-la segunda puerta a la derecha será tu habitación y la de el lado es el baño por si te quieres duchar.
Yo asintí con la cabeza y me fui a "mi" habitacion me saqué el abrigo que traía puesto y lo dejé sobre la cama, luego me fui a la sala donde estaba Eric comiendo una ensalada.
-¿Me puedo sentar?
-Claro, Siéntete como en tu casa.
-Gracias, pero en mi casa esta el inmaduro de mi padre, me parece que es muy diferente.
-Bueno, sólo ponte cómoda ¿quieres comer algo? Hice ensalada de más...
-Claro porque no - dije sonriendo.
Eric se levantó de su asiento y se fue a la cocina, luego se escucho algo así como un vaso que se acaba de caer al piso, yo me levante apresurada y me fui a la cocina.
Se le había caído el plato de ensalada.
-¿Te ayudo?- le pregunté
- Te lo agradecería mucho...
Le ayude a levantar los pedazos y tirarlos a la basura. El me agradeció y se quedó mirándome a los ojos. Yo me sonrojé y le pregunté - ¿Que tienes...?- solté una risa porque me puse nerviosa.

- Nada esque tus ojos... ¿De que color son?
- Son azules con púrpura... Mi madre les decía ojos galácticos-
- Son hermosos... No me había fijado en ellos.
-Gracias - me sonrojé de nuevo.- bueno me voy a duchar.
-Vale, las toallas están ahí.
- Gracias.- dicho eso me fui al baño y me comencé a desvestir para bañarme. Pense en mi padre, me frustré mucho, me dio una rabia inmensa, volvieron a mi las ganas de escapar, pero no podía hacerlo, ella hubiera querido que siguiera adelante y que luchará. Me metí a la ducha y me relaje luego pensé en mi amigo, creo que es la única persona del planeta que me quería. Y eso, aunque apenas me conocía.

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