CAPÍTULO 10

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Tira de mi más fuerte arrastrándome hacia la calle. Un viento gélido hace que todo mi cuerpo empiece a tiritar al instante

- Nuestros padres están juntos, somos hermanastros

- ¿Y Helios?

- Helios es nuestro hermanastro. Mi madre y el padre de Aker lo tuvieron hace seis años. Todavía no se han divorciado nuestros padres, pero desde el accidente mi madre y yo vivimos en Londres

- ¿Qué accidente?

- ¿Aker no te lo ha contado?

- ¿Contarme el que Ben?

- El padre de Aker, lo atropelló un coche hace medio año, desde entonces sigue en coma. El y Helios van a verle todos los días, pero –

No escucho nada más, es como si mi cabeza estuviera bajo el agua.

Tengo que encontrarlo.

Vuelvo a la fiesta, al no verlo por ninguna parte lo llamo al móvil. Tres veces. ¡Mierda, mierda, mierda! Decido ir a su casa, pero no tengo ni idea de donde vive. Llamo a Rily, que me lo coge al instante

- Andrómeda, has visto que ha venido Aker ¡No sabía que cantara!

- Pásame con Marlok

- ¿Qué? ¿Todo bie –?

- ¡Pásame con Marlok! –no me había dado cuenta hasta ahora de que estaba llorando como una loca

- ¿Andrómeda? –dice Marlok tras la línea preocupado– ¿Todo bien?

- ¿Dónde vive Aker?

- He hablado con él, como me dijo que no te encontraba, se fue al hospital a ver a su padre. Me ha parecido raro que viniera, por –

- ¡Habitación, hospital, planta! ¡¡¿Dónde está?!!

- El hospital es el que está al lado de nuestra universidad, planta tres, habitación dos

Cuelgo inmediatamente mientras corro hacia la calle, donde el aire me vuelve a dar una bofetada que esta vez casi ni noto, Ben sigue ahí, pero ahora mismo me da igual

- Andrómeda –dice cogiéndome de la muñeca

Me suelto de un tirón

- ¡Suéltame!

Me coge de los hombros con fuerza haciéndome daño

- ¡¡Fui yo!! ¡¡Yo lo atropelle!! ¡¡ESTÁ EN ESA CAMA DE HOSPITAL MEDIO MUERTO POR MI CULPA!! –solloza mientras noto sus uñas clavarse en mis brazos con fuerza

Todo pasa muy rápido, de un momento a otro estoy encima de él mientras mis puños impactan con firmeza en su cara. Deseo con todas mis fuerzas retroceder el tiempo, y salvarle la vida al padre de Aker.

No quiero verle sufrir más. Alguien me quita de encima de Ben, escucho los gritos de Raily desde un lugar muy lejano. Me desahogo de la persona que me tenía sujeta de la cintura y salgo disparada hacia el hospital.

Cuando llego, la enfermera que está en el mostrador atendiendo se asusta al verme. A saber, las pintas que debo tener. La ignoro y subo corriendo las escaleras hasta la planta tres, cuando llego entro en la habitación número dos. Veo a un hombre que rondará los cuarenta y pico años tumbado conectado a un montón de tubos.

No veo por ninguna parte a Aker. Salgo al pasillo para ver si el apellido coincide con el suyo–Montesco – Sí, es su padre. Suspiro y me siento en una silla

- Señor –se me entrecorta la voz por las lágrimas que se entremezclan con los truenos y rayaos a causa de la lluvia que está apunto de caer –tiene que despertarse, tiene que ver a sus hijos crecer –me tapo la boca con la mano reprimiendo un sollozo – Helios es muy mono, Aker está creciendo muy bien, pero ahora necesita a su padre, no puede perderlo a usted también, por favor

Pero no despierta, hay veces que da la sensación de que está simplemente dormido, y otras, como esta, que no se va despertar nunca. Sorbo por la nariz y me limpio las lágrimas con las manos

- Siento que hayas tenido que enterarte de esta forma

Giro la cabeza con brusquedad cuando escucho la voz de Aker, está parado en medio de la puerta con los ojitos rojos y la cara empapada en lágrimas. Esa imagen solo hace que empiece a llorar con más fuerza.

Corro hasta llegar a él y lo abrazo. No duda ni un segundo y me envuelve al instante la cintura con los brazos

                              •••

Las sillas de los hospitales son extremadamente incomodas. Llevamos una hora y media hablando de lo sucedido.

Me sorprende y me alegra a la vez que me haya dejado mirar más allá de su coraza, también me aterra ver lo roto que esta, la verdad es que no tengo ni idea de cómo puedo ayudarle.

En esta última hora y media por lo menos a logrado calmarse bastante, me ha cogido de la mano, desde entonces no me la ha vuelto a soltar, y eso me llena de ternura

- ¡Mira! –digo señalando hacia el gran ventanal que hay en frente nuestra – ¡Una estrella fugaz! ¡Pide un deseo!

Se ríe apretándome más fuerte la mano, suspira cerrando los ojos

- Deseo –

- ¡No! Si lo dices en voz alta no se va a cumplir

Abre los ojos y me mira

- Yo lo hago a mi manera

- Como no, no me sorprende

Suspira volviendo a cerrar los ojos mirando hacia el frente, mientras me acaricia la mano con delicadeza

- Deseo que mi padre despierte, deseo que Helios vaya a una buena universidad… y deseo una vida feliz al lado de Andrómeda

Los ojos se me llenan de lágrimas cuando vuelve a mirarme

- Esos son muchos deseos para una sola estrella fugaz ¿No?

Me sonríe mientras se acerca peligrosamente a mis labios

- Te quiero Andrómeda

Abro los ojos como platos, pero no me da mucho tiempo a reaccionar. Termina acortando la distancia que separa nuestras bocas y me besa.

Al principio es dulce, e introduce su lengua con cautela explorando mi boca, nuestras lenguas se enredan una con la otra, intensifica el beso atrayéndome más hacia él.

Cuando paramos para coger aire, nuestros ojos se encuentran, y tengo claro que también quiero una vida feliz al lado de Aker.

ANDRÓMEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora