ANDRÓMEDA

CAPÍTULO 11

Llevamos dos semanas yendo al hospital, por las mañanas vamos Akery yo y por las tardes nos acompaña Helios, es tan diferente a Aker que cuesta creer que tengan el mismo padre

- ¡Burro! ¡He vuelto a ganar!

- ¡No! No es justo Helios, tienes que enseñarme como lo haces

- Si te lo digo entonces ya no ganaría

- Que listo eres renacuajo

Revuelvo su pelo para después girarme a mirar a Aker, está sentando en una silla al lado de su padre, la ternura de su mirada al mirarnos me llena de felicidad.

Desde lo del beso no ha hecho falta decirnos que estamos juntos, lo sabemos. Dejamos a Helios en la habitación mientras bajamos a la cafetería a coger unos bocadillos

- Oye, al final no te lo pregunté ¿Qué deseo pediste tú?

- Si dices tú deseo en voz alta, no se cumple – su mirada burlona me hace reír – ¿Qué? Yo lo hago a mi manera

- Eso no vale, no puedes usar mis propias palabras contra a mi

Le saco la lengua mientras subo las escaleras, al doblar la esquina he ir a la habitación encuentro a Helios en el pasillo sentado en una silla llorando mientras un montón de médicos entran y salen de la habitación, justo cuando se me caen los bocadillos al suelo Aker ya está a mi altura.

Corro hacia Helios mientras Aker intenta entrar en la habitación a base de gritos y empujones

- Helios ¿Qué ha pasado?

- ¡Es papá! –dice sollozando – Ha empezado a sonar unan alarma muy fuerte y un montón de médicos han entrado ¡Se va a morir!

- ¡No! Tu padre está bien ¿¡Me oyes?!

Le limpio las lágrimas mientras él me las limpia a mí, gesto que hace que llore con más fuerza. Veo a Aker desplomarse en la silla de al lado y abrazar a Helios con fuerza sollozando. Se limpia las lágrimas rápidamente y lo mira

- Papá ha despertado Helios, papá ha despertado

                             •••

Los médicos dijeron que había sido un milagro, desde entonces ya han pasado dos meses. Ha tenido que hacer rehabilitación, el estar tanto tiempo en una cama de hospital le pasó factura y perdió mucha masa muscular.

Es igual de encantador que Helios, además, creo que le caigo bien, así que eso es un alivio. Y los chicos están tan contentos, que el ambiente estos últimos dos meses han sido maravillosos.

- Se casará contigo

- ¿Perdone?

Estaban a punto de hacer tres meses desde que despertó el padre de Aker cuando me dijo eso. Estaba en su casa, en el jardín trasero, Helios y mi novio habían salido para comprar la cena y su padre y yo nos habíamos quedado disfrutando de la brisa que corría ese día

- Mi hijo, jamás le había visto mirar a nadie como te mira a ti. No te lo tomes a mal, pero Aker ha tenido muchas novias –dijo haciendo comillas con los dedos –y cuando te vi allí cuando me desperté, pensé que serías una más

Se levantó de la silla con dificultad, todavía tenía que seguir unos meses más haciendo fisioterapia para recuperarse del todo, aunque los médicos nos dijeron que podrían quedar algunas secuelas.

Me levanté de un salto para ayudarle, y cuando aceptó mi mano me dijo

- Me alegro de haberme equivocado Andrómeda, ya era hora de que mi hijo fuera feliz. Por eso digo, que vais a casaros –me soltó la mano mientras entraba en casa – ¡Y hacerlo rápido, que quiero nietos!

Me atraganté con mi propia saliva, acto que hizo que este fuera a la cocina entre risas. Negué con la cabeza roja como un tomate y entré en casa también riéndome