Spider-Man: El resplandor de las estrellas oscuras.

II

Edward se encontraba anonadado tras la transmisión que realizo Anonymous por TV abierta y nacionalmente, por su parte Hanna no sabía que su novio era el hombre araña que había mencionado Anonymous y por supuesto que tenia que salir por las noches a combatir el mucho crimen que existe en la ciudad, tampoco sabía de la existencia de Abigail, era el secreto de Edward:

--¿Estas bien? – preguntó Hanna.

--Sí –dijo Edward distraído y continuo. –Oye Hanna, ¿podemos suspender la cena con tus padres hoy? Olvide que tenia que hacer algo importante en la noche.

--Esta es la milésima vez que me cancelas planes Edward –dijo Hanna con voz molesta.

--Es importante Hanna, sabes que si no lo fuera iría con mucho gusto con tus padres.

--Esto también es importante para mí, tú mas que nadie sabe que mis padres no te aceptaban al principio y que nos costo mucho trabajo su permiso para nuestra relación.

--Lo sé, créeme que lo sé, pero necesito esta noche, solo esta noche ¿sí?

--Pues si no tengo de otra ya que. –finalizo Hanna con voz molesta.

"¿Estoy haciendo bien? Hanna merece todo el tiempo del mundo, pero yo soy el único que puede descubrir lo que está tramando Anonymous; me basta ya que la prensa mexicana no me tolere y ahora también sus padres de mi novia, muy bien Edward sigue así, sigue así."

Edward se despidió en la entrada de la casa de Hanna y noto que no estaba contenta con la cancelación de la cena con sus padres. Edward sabía que llevar una vida debajo de una mascara por las noches le iba a traer demasiados problemas en su vida personal, pero a pesar de eso jamás abandono su labor como justiciero.

"Aun no entiendo por que Hanna ha visitado con más frecuencia el hospital, antes era una vez cada 3 meses desde que nos conocimos, pero ahora es casi semanal, también debo investigar sobre eso. Ay Edward en que líos te metes."

Llego la noche y como desde hace 2 años Edward se convirtió en el hombre araña, salvando esa misma noche a una mujer de ser atropellada:

Sonido de telaraña, --¡Abran paso! –grito el hombre araña. – Señorita abra bien sus ojos cuando cruce la calle, aun no tenemos para choques los humanos.

Salvando a un señor de ser asaltado:

Se acomoda la voz –Oye en el futuro si vas a ser ladrón de abuelitos, no te vistas como ladrón de abuelitos –dijo el hombre araña.

--¿Quién eres un policía? –pregunto el asaltante.

--¿Enserio? ¿Crees que soy policía? ¿Un policía con un traje rojo y azul? – dijo mientras el asaltante quería escapar y con sus telarañas no se lo permitía. --¿Tienes la mente de un verdadero erudito? Yo hubiera pensando en los vengadores o ya de perdida en los patinadores de hielo. –seguía lanzando telaraña mientras el ladrón se encontraba bastante asustado. –buena idea, buena idea quítate la sudadera buena idea, eso ya te la quitaste.

--¿Dónde está? –se preguntó el asaltante.

--¡Cuidado! –grito el hombre araña mientras que con una marometa tiro al suelo al asaltante.

--Déjame ir te lo advierto –dijo el asaltante mientras sacaba de su bolsillo una navaja.

--¿Eso es una navaja? – pregunto el hombre araña. --¿Es de verdad?