Cap 3.- ¡Déjame en paz!

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Por otro lado, Iruka estaba intentando sacar de su casa al Jōnin que pronto se volvería Hokage, ya que le había pedido amablemente que se largue, pero este solo se puso mas cómodo.

— Por favor, deje de ser tan infantil ¿Qué tengo que hacer para que te largues? –hablo sin pensar Iruka.

El moreno después se arrepintió de sus palabras, pero ya era muy tarde, ya lo había dicho y no había vuelta atrás.

— Pues, si usted aceptara tener una cita conmigo mañana, podría irme ahora, pero no creo que usted acepte –dijo irónicamente.

— ¡Esta bien! Tendré una ridícula cita con usted ¡Pero ya lárguese! –exclamo molesto.

— ¿¡En serio!? –grito asombrado.

— Por favor, váyase antes de que me arrepienta –decía arrepintiéndose de su decisión.

— No se preocupes Iruka-sensei, ya me voy, mañana a las 8 de la tarde lo espero en mi casa.

¡¿En su casa?! ¡Por supuesto que no!, le iba a decir que de ninguna manera, pero Kakashi ya había salido por la ventana. Genial, ahora estaría en la casa de ese Jōnin pervertido, aunque le pareció raro que no le mencionara nada sobre lo de su puesto de Hokague, pero tal vez no tenia nada de que preocuparse.

— Solo espero que no intente nada raro –se dijo a si mismo, lamentandoce por haber aceptado.

Sin embargo, con Naruto y Hinata, el rubio solto una pequeña risa al escuchar la pregunta de Hinata, ya que sabia perfectamente que contestar.

— Se que parecia que me trataba mal o hasta que me odiaba, pero desde pequeño sabia que él podia comprender mi dolor, él y yo eras muy parecidos, además, cuando se despidio de mi me dijo “Naruto... te amo, hasta pronto” y luego me dio un beso –menciono sonrojado.

Hinata pudo notar un brillo especial en los ojos azules de Naruto cuando empezo a hablar de Sasuke, era obvio que lo amaba y lamentablemente en el corazon no se manda.

— Me alegra que tú y Sasuke sean felices... –pronuncio triste la del Byakugan.

— Hinata ¿Estas bien? –pregunto el Uzumaki al ver a la Hyuga triste.

El rubio se acercó, quedando muy cerca de los labios de Hinata, lo cual provoco que la Hyuga se sonrojara y se fuera corriendo.

— No cabe duda, Hinata sigue siendo igual de extraña –indicó Naruto al ver como esta se iba corriendo sin decir nada.

Como ya era tarde, Naruto decidio irce a su casa, pero a lo lejos, pudo notar que Sakura estaba afuera esperandolo, se puso un poco nervioso, pero era hora de enfrentar sus problemas y dar la cara.

— Hola Naruto... –saludo la de cabello rosa.

— Sakura yo...

Antes de poder decir algo mas, la de ojos verdes se inclino y pidio perdon. Naruto se quedo imapacto y sin saber que decir.

— No Sakura, él que debe pedir disculpa soy yo, traicione tu confianza y te oculte la verdad... perdón –se disculpo haciendo reverencia.

— No Naruto, Hinata tiene razón, no te puedo reclamar nada, Sasuke-kun y yo no somos nada –hablo triste al darce cuenta de la realidad.

— ¡No es verdad dattebayo! Eres mi mejor amiga, debi contarte, tenias todo el derecho de saberlo, yo sabía que te gustaba Sasuke y por eso tenía miedo de decirte, se que no fui un buen amigo, pero tenia miedo de como ibas a reaccionar... por favor... perdoname Sakura–chan, no quiero perder tu amistad.

El Uzumaki estaba esperando otra cachetada, pero Sakura lo abrazo y rompio en llanto, los dos se sentian mal y no querian estar peleados, a Sakura le seguia doliendo que Naruto y Sasuke sean pareja, pero perdonar es de sabios, ademas si Sasuke y Naruto eran felices, ella tambien.

— No vuelvas a ocultarme nada “idiota” –regaño al rubio un poco molesta.

Naruto solto una carcajada y la volvio a abrazar, “Te lo prometo” dijo mirandola a los ojos.

Solo necesito tocarte un pocoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora