Ahegao boy ★ jaedo.

≡; O5.

Tras aquella noche, Doyoung se sintió cada vez más atraído a investigar sobre la intimidad. Comenzando desde páginas de consejos, hasta a el hentai que Jaehyun guardaba en la laptop.

No obstante, no tenía ni idea de si sería cómodo para Jung practicar alguna de esas tantas cosas que a él le encantaron. Por lo que aplicó la vieja confiable.

Le preguntaría a Taeyong.

De un saltito, se levantó de la cama a la par que sostenía, como si su vida dependiese de ello, la laptop contra su pecho. Porque si algo le pasaba... probablemente lloraría de culpa, y luego le admitiría su error a Jaehyun.

Después de guardar el aparato en la cómoda de su habitación, se observó en el espejo que de allí colgaba. Se veía muy, muy recién despertado. Bajo sus ojitos habían espantosas ojeras, producto de esperar a que Jaehyun regresara del trabajo para dormir envuelto en sus fuertes brazos.

Solo que en esta semana, eso no sucedió.

Suspiró, recordando como apenas Jaehyun lo tocaba al llegar como a eso de las 4:00 a.m, para después retirarse al baño a una ducha algo larga. Y él sentía que se tardaba una eternidad, porque siempre caía ante Morfeo segundos antes de que Jaehyun saliese de la ducha.

Ya a la mañana, Jaehyun se marchaba antes de que Doyoung despertara.

Doyoung lo extrañaba, mucho. Pero, él no deseaba ser un niño fastidioso que impide que su pareja trabaje. Él era un chico bueno.

Decidido, despojó su pijama azul de cachorritos, y se dispuso a darse un corto baño. Tras ello, eligió una ropa bonita, una que le recordaba a la primera cita que tuvo con Jaehyun. Y emprendió camino al hogar de su amigo.

El cielo ese día estaba bonito, en cierta manera le recordaba mucho al día en que Jaehyun y él se conocieron.

Tal vez este tiempo sin él se pone nostálgico

Un puchero dio lugar en su lindo rostro, y en menos de un segundo, un pulgar ajeno ya pasaba por su labio inferior.

Consternado, alzó su rostro, consiguiendo la sonrisa encantada de Lee Taeyong.

¿Cuando había llegado a la puerta de Taeyong?

— ¿Qué con ese pucherito, Doyoungie? —cuestiona el castaño, su rostro siendo iluminado por la luz del día— sabes que no me gusta verte triste.

Sin muchas palabras, Doyoung negó sonriendo feliz de ver a su amigo. Taeyong le devolvió la sonrisa, y le ofreció entrar, lo cual hizo de inmediato.

— Te voy a contar algo confidencial —musitó Kim, demasiado emocionado por una opinión.

Taeyong, ya sentado en el cómodo sofá, se contagió de la emoción de su menor, preparándose mental y emocionalmente para algo referente a Jaehyun.

Con toda su determinación, Taeyong trató que su sonrisa no tartamudeara tras el tono enamoradizo que Doyoung empleaba cada que el tema de conversación volcaba hacia el joven.

Sin embargo, casi se atraganta con su propia saliva cuando Doyoung dio un cambio repentino a la conversación.

— Entonces, ¿tú crees que una cola y orejas de zorro estarían bien, o...?

— ¡Espera, espera, espeeera! —Taeyong, siendo el chico tímido que es, estaba sonrojado y entrando en un pánico gracioso. Tal como la vez que contaba la anécdota de Doyoung viéndolo a través del panel transparente de la ducha.

Taeyong es paniqueable.

— ¿Por qué ese cambio tan drástico? —retoma sus palabras, con el rostro caliente de tan solo imaginarse— ...no, no. Eso no es sano.

— Se supone que te hablaba de mis investigaciones... yo leí que ese tipo de trajes eran sexys o algo así. Además, en las cosas que ve Jaehyun, hay muchas protagonistas que usan un atuendo por el estilo.

Taeyong dejó de respirar, ¿las cosas que ve Jaehyun?

Decidió no preguntar, temía que sus sospechas fuesen ciertas. Por lo tanto, respiró, relajándose. Doyoung necesitaba su ayuda, él se la daría.

Sin reprimirse.

— Está bien, Doyoungie. Pero, creo que más bien, yo no veo a Jaehyun como alguien que le vayan esas cosas. Él... él ama verte como su angelito.

Taeyong entendía eso, ya que el aspecto inocente de Doyoung era muy dualista.

Tras esa opinión, algo en la mente de Doyoung hizo una especie de "click". Sonrió con una idea que para sí, era genial.

Tomó su celular a una velocidad impresionante, exhumando la emoción que cargaba. Él deseaba que Jaehyun le prestase atención nuevamente.

Tras conseguir la imagen que buscaba, impuso el celular contra el rostro de Taeyong.

Nuevamente, casi se atraganta.

— Es blanca con celeste, y según a lo que dicen en los comentarios de la página, es perfecta para una apariencia de ángel. Además, es unisex, por lo que no me preocupa que no quede con mi cuerpito.

Lencería tiernamente sexy era lo que Doyoung le enseñaba.

— Estoy... estoy seguro de que a Jaehyun le encantaría verte así —porque a mí sí que lo haría.

Una sonrisa agradecida fue lo último que vio Lee, antes de que el pequeño Doyoung se haya abalanzado contra sus brazos. Cayendo justo en su regazo, y su rostro se escondiera en su cuello.