Venus.[RAUW ALEJANDRO]

V012.

Habían pasado varias semanas desde aquella reunión con Raúl,realmente tras eso apenas veía a la gente,me encerré en mi casa,trabajé desde ahí,o al menos lo intenté porque no podía hacer más que morirme de la rabia y la impotencia que me causaba pensar en que fui una estúpida.

—Pendeja.—dije para mis adentros.—Yo sabía,puñeta.—miré su ropa esparcida por el piso.—Sabía que había algo mal con él pero de pendeja quise seguir ahí porque eso mismo soy,una pendeja.—seguí guardando todo en las bolsas con la intención de evitar seguir llorando pero para nada sirvió porque seguía hecha un maldito mar de lagrimas por un imbécil que ni siquiera merecía eso.

Mi teléfono comenzó a sonar,era Alana,pensé en responder porque ella andaba un poco agobiada con eso de ser madre y a veces le gustaba desahogarme o al menos despegarse del mundo real.

—¿Venus?.

—¿Alana?.

—¿Cómo estás?.

—Genial,¿y tú?.

—Bien...—comencé a caminar por la casa.—Recibí un DM ..bueno no yo,más bien fue Bryan,el zorrito andaba preguntando si sabían de ti,¿segura que está todo bien?.

—Sí.

—Okay...hoy saldremos a tomar algo tranquilos por el centro,¿qué tal si vienes y sales de la casa mmm?.

—No,gracias.

—¿Quieres que vaya a verte?.

—No,gracias.

—Venus...

—Alana...

—Entendí el mensaje,mor,ya te dejo que sigas revolcándote en tú miseria.—sonreí.—Cuídate y cualquier cosa me tiras un texto.

Ding Dong.

Miré con curiosidad la puerta,colgué la llamada e inmediatamente fui a abrir.

—¡Taro!.—dije con una enorme sonrisa agachándome para abrazar al perro.—¿Qué traes?.—observé la bolsita que traía colgada.

"¿Estás bien?"

Tenía el dibujo de zorro como firma.

"¿Por qué enviaste al perro?"

Escribí en el folio,volví a doblarlo y lo puse en el mismo lugar en el cual llegó,comencé a reírme al ver como Taro se acercaba a Raúl y como éste intentaba echarlo para proteger su status de incógnito.

Al cabo de un rato el perro regresó.

"¿Puedo verte?"

Solté un largo suspiro.

—Zorrito con pulgas ven ya,dejemos a Taro tranquilo.—enseguida salió de su lamentable escondite.

—Hola.—dijo con media sonrisa,cerré la puerta cuando estuvo dentro.—¿Te mudas?.

—De hecho sí.

—¿Ya no seremos vecinos?.

—No.

—¿Necesitas ayuda?.

—Son las cosas de Xavier,lo dejé en un lugar visible para que no tenga que meterse demasiado en la casa cuando venga por ello,solo quiero ver como agarra todo y se marcha.

—¿Si lo echas por qué quieres mudarte?.

—Porque no quiero acordarme de él toda la vida,está casa no hará más que traerme recuerdos de lo que fuimos,más bien,lo que yo pensaba que fuimos.