CINCO

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~KELLY

Después de dos horas seguidas sin dejar de llorar, por fin escuché a mi madre, y a pesar de ello no logro entender por qué me mintió. Me dio como mil escusas y luego decidió hacer silencio puesto que no he mencionada palabra.

No concibo que me haya ocultado algo como eso, todo el tiempo pensando que el antifaz era necesario para proteger mis ojos y solo era una máscara que ocultaba lo que realmente sucedía.

Creo que no me costará tanto trabajo acostumbrarme, ya me había resignado a no ver la luz jamás.

¿Cómo pude ser tan ingenua?

Me siento como una idiota, quizás sea por el hecho de que jamás he ido a un instituto, supongo que es fácil engañar a una chica que no conoce de fiestas, ni de amistades, ni de sexo, ni relaciones, cualquiera puede manipular a alguien tan ingenuo como yo.

Creo que me siento peor que nunca, si antes me sentía inservible e incompleta ahora me siento el doble de eso. No puedo evitar compararme con una de esas muñecas maltratadas por sus dueñas que apenas conservan el torso y el cabello.

Todos me mintieron, y lo peor fue que les creí.

—¿Kelly me estás escuchando? —preguntó mi madre.

—Quiero estar sola— hablé por primera vez y ladeé la cabeza.

—Ya me voy, solo me queda decirte algo, la carta la tomé yo de tu escritorio, no teníamos idea de que Marcus estaba entrando a tu habitación, Michael y yo pensábam...

—¿La leíste? —la interrumpí y su silencio me lo dijo todo.

—¿Cómo pudiste creerle Kell? —indagó.

—De la misma forma en la que te creí a ti, al menos el solo lo hizo por unos meses, y me mintió sobre su vida, en cambio tú me ocultaste algo sobre la mía, y algo muy delicado— la escuché suspirar.

En el fondo siempre supe que lo de Marcus no era real, pero me había aferrado a él, y eso conllevaba seguirle su propio rol.

A pesar de todo, siempre conservé aquello de saber que Marcus era especial, porque llegó en el preciso instante en el que deseé algo a lo que aferrarme.

Si analizo mi mente en estos momentos siempre supe que él existía realmente, que era real, y ahora sé con mayor certeza que es así, pero en estas circunstancias no sé si estar molesta o emocionada, porque lo que más me duele es que él también me haya ocultado toda la verdad, y no me refiero a su rol de fantasma.

—Espero que en algún momento puedas entenderme cariño —me dio un beso en la frente y salió de mi habitación.

A los pocos minutos la escuché volver a entrar.

—Kelly —no era mi madre, era su voz.

Mis músculos se tensaron.

Me incorporé en la cama recostándo mi espalda en el respaldo de la misma cuando lo sentí sentarse a mi lado.

—Necesito que me escuches boni...

—Habla rápido —le dije cortante.

Tragó saliva y colocó su mano sobre mi pierna, la contracción de mis músculos fue inmedia. Su tacto es cálido, tanto que eriza mis vellos agradablemente, pero a la vez me renoví incómoda.

Pareció percatarse de mi incomodidad porque rompió el contacto.

—¿Recuerdas cuando te dije que estaba muerto?

—Recuerdo todas y cada una de las mentiras que me dijiste Marcus, digo, ¿ese es tu nombre verdad? —me escuché molesta, pero no finjo, así me siento.

El Reflejo de tus ojos © [COMPLETADA✓] Borrador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora