"Aunque el mundo caiga en pedazos..."

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Más de un año pasó cuando ella apareció.
Misteriosa y peligrosa, la dama de tonos rojos y negros, con ardiente pasión por la venganza.
Tal como hierva venenosa destrucción a traído al reino, por más que intentase proteger, todos poco a poco ibar pereciendo ante la agresividad de ella.

“Dark Enchantress.”
Se hacía llamar, buscaba aterrorizar a todo infundiendo su visión al mundo.

Los heroes sobrevivientes estaban en su limite combatiendo, la guerra había llegado tan lejos que parecía nunca acabar.
White Lily había aparecido pero era tan extraño que  no parecía ser realmente ella, apoya y lucha en la guerra pero... Nada de era igual.

Enchantress sin piedad alguna arrasó con todo a su paso, su búsqueda de mayor poder la hizo robar las brillantes y preciosas piedras de cada heroe que participó en la guerra. Sin pensarlo iba a acabar con ellos pero del suelo se levantaría aquella galleta de Vainilla, desesperado por proteger a sus amigos un escudo crearía, débil pero con su alma ardiendo en llamas daría paso al frente, enfrentando a la tirana en un último intento para detenerla.
Y no sólo detenerla, si no que también salvar a sus amigos, invocando la magia más fuerte que podía utilizar, La magia de la luna creciente. El sabía los riesgos de utilizarla y que pondría en peligro a todos pero lo daría todo para salvarlos.

Todo fue en vano... ¿Que tan tonto había que ser? El claramente no podría con ella y aun así se sacrificó.
Antes de morir su mirada dio vuelta, viendo como su amada desaparecía, nunca estuvo ahí y esto le entristeció.
Estruendosa y destructiva sería la explosión que devastó el reino dejándolo totalmente en ruinas.
El rey logró su cometido pero ¿A que costo? Todo había perdido, hasta su propia vida y fue en sus últimos momentos donde realmente aceptó la verdad.
Toda su vida fue un tonto enamorado de alguien que al final de todo, se había ido para siempre y que ni siquiera en otra vida lograria ver.

¿Es triste, no?
El amor consumió una pobre alma que esperanza guardaba, un corazón lleno de ardiente pasión el cual hasta su último latido sentía la calidez del amor desesperado cuando hombre embobado esperaba ser correspondido por aquella mujer que tanto cariño pero daño le hizo.

No más que simples... Memorias. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora