Ghost Notes

*+:｡.｡*Una extrana y la verdad*｡.｡:+*

Necesitaba saber más de esos humanos, pero evidentemente no podía hacerlo en la Biblioteca por el hecho de que la Bibliotecaria lo observaba, cada movimiento que el hacia era visto por la señora y eso le causó miedo así que decidió salir de la Biblioteca para regresar a la cabaña ya que era tarde.

Apenas salió de ese lugar cayó una gota de agua sobre su cabeza, al mirar arriba se dio cuenta de que una pequeña garua había comenzado, el cielo ya no estaba despejado como siempre, ahora tenía un color oscuro y desabrido.

-¿Buscas a los humanos?- regreso a mirar al ente al cual le pertenecía esa voz. -Si, quiero saber más sobre ellos- ese ente salio del lugar donde estaba y al Notas fijarse de quien se trataba se dio cuenta de que era un ser alto, su cabello era blanco platino, su piel pálida, tenía un lindo vestido de color oscuro con pequeños detalles blancos al igual que los guantes, sus zapatos negros, una gran sombrilla, labios rojos como la sangre y lo más llamativo, llevaba una cinta atada a su cara, cubriendo el lugar donde iban los ojos.

Hubo un silencio tras esas palabras.

-Entonces ven conmigo- el ente comenzo a caminar bajo la garua que ya no era solo eso, ahora era una lluvia. Notas inocentemente y con curiosidad sin pensarlo comenzo a seguirle hasta llegar a una gran mansión afueras de la ciudad.

-Por favor pasa- dio una sonrisa la cual Notas la tomó como algo de confianza.

-Muchas gracias señorita- al decir "señorita" Ese ente lo regreso a ver y le sonrió otra vez pero en esa ocasión parecía una sonrisa tétrica.

Después de ese momento incómodo para Notas entraron a la mansión, al entrar lo primero que noto fue el estilo que cargaba ese lugar, colores pálidos y oscuros, baldosas blancas, cuadros pintados a mano donde resaltaba una niña sonriente con bellos ojos carmesí, Notas se acercó al darse cuenta de que abajo había algo escrito. Pero justo en ese momento la señorita lo llamo -Notas, por aquí pasa por favor-

Teniendo aún mucha curiosidad a cerca del cuadro, Notas se dirigió donde la señorita lo llamaba.

Era una gran biblioteca, se podía ver un montón de libros por doquier, eso alegro mucho a Notas -Wao señorita, usted tiene una linda biblioteca ¿que clase de libros son?- tomando el primer libro que encontrase lo comenzo a leer.

-Mi nombre es Rossel y todos estos libros provienen de los humanos, desconozco como llegaron aquí y solo se que fueron escritos por ellos- término de decir Rossel mientras notas tomó asiento sobre una pila de libros para leer todo lo que podía.

-Puedes quedarte aquí está noche si deseas y leer lo que quieras- dijo Rossel mientras salía de esa habitación.

Y así fue, Notas leyó libro tras libro, la mayoría eran cuentos infantiles y otros eran basados en experiencias de los humanos. Cada vez le interesaba saber más sobre ellos y tal vez algún día conocerlos. Al caer las 11pm Rossel volvió donde Notas llevándole un pedazo de torta y té.

-¿Conoce el libro con el niño de portada?- Rossel dejó de tomar su té y no respondió por algunos segundos. -Había una leyenda antigua, hace mucho tiempo atrás, siglos se podría decir, existieron tres hermanas las cuales descubrieron 3 libros donde aparecían 3 niñas diferentes, por su inocencia y curiosidad comenzaron a leerlo, al terminar la lectura las pobres niñas habían descubierto la verdad detrás de la "verdad" Planteada, su mundo en un segundo había sido destruido por unos simples libros, después de eso no se supo nada de ellas, las tres Rosas fueron ahogadas con la verdad y de cierto modo murieron en ese momento, se dice que en realidad eso no pasó por el hecho de que años después una de ellas regreso a la ciudad como si nada hubiese pasado con la diferencia de que ya no tenía esa gran y sincera sonrisa en su rostro ni sus hermosos rojos carmesí, ahí solo quedaba una pobre alma destruida- Notas pudo sentir un gran escalofrío cuando escucho la última parte del relato.

-¿Recuerdas lo que te dijo la Bibliotecaria?- Notas asintió -pues el precio de leer ese libro es perder lo que más amas en esta realidad- Rossel desató su cinta y demostró el "precio"

En ese lugar solo había un par de huecos negros sin vida. -señorita Rossel, uste- fue interrumpido -si, yo y mis hermanas leímos nuestros libros y el precio que pagamos fue ser separadas y nos arrebataron lo que más amabamos- Notas no procesaba todo lo que había descubierto en ese momento, ¿precio? ¿Verdad? ¿Libros? Que era todo eso, ahora más dudas tenía en su pequeña cabecita.

Después de esa charla algo dura e incómoda Rossel se retiró y Notas siguió leyendo hasta quedar profundamente dormido.

-¿Eh? ¿Donde estoy?- comenzo a caminar, y se dio cuenta de donde estaba, era una gran casa desabrida que le daba mala espina pero aún así lo primero que hizo fue subir las escaleras, ¿porque había hecho eso? El no lo sabía, solo sintió un gran impulso por subir y lo primero que encontró fue un niño mirándose al espejo. -¿Porque debo vestir esto tan extravagante? No me gusta- decía el niño poniendo muecas malas mientras miraba su traje elegante. -¿Necesitas ayuda Aiden?- miro hacia atrás y vio a un ¿humano? Pero más alto y parecía mayor que ese niño. -Hermano ¿de verdad necesito usar este traje tan incómodo?- el niño regreso a ver a su hermano con una cara de desagrado -hey no me mires así, mamá dijo que esta cena es importante para la familia y su estátus ante la sociedad depende de esa fotografía- toco suavemente el cabello de su hermano menor -así que vamos, apurate y salgamos de esa odiosa foto rapido- sonrió y salió de la habitación dejando sólo a ese niño de nuevo mientras notas parado en la esquina de la habitación junto a la puerta miro todo, una sensación rara comenzo a atormentar ese sueño que en un abrir y cerrar ojos ahora era una pesadilla donde ese niño ahora aparecía en esa habitación ahorcado pero la diferencia era que traía un traje negro y lloraba.

-¡¡AH!!- Notas había despertado de ese raro y bizarro sueño, estaba asustado, muy asustado, tenía ganas de llorar pero se dijo a si mismo -Notas valiente, Notas ser un niño valiente- mientras se abrazaba así mismo y trataba de dormir. Después de unos minutos logró volver a dormir pero esta vez no soño nada.

Al despertar por la mañana se preguntó el porque de ese sueño y la sensación rara que le traía.

-¿Aiden? De repente recordó ese nombre.

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-1130 palabras-

-29 de Octubre del 2021, 12pm Ecuador-

DM