Para todo hay una explicación y ella lo sabía. Creer todo era su problema. Una mentira podría ser, pero nadie le aviso de todas las consecuencias de este nuevo mundo.
Un mundo regido por una luna es al que ella pertenece y deberá reinar ahora.
Bienv...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kylorn nos había dejado solos a Mack y a mí. Lo prefería así, quería tiempo, solían decir que el tiempo curaba las heridas. Quería comprobar si eso es cierto.
Veo cómo Mack duerme en la pequeña cama de esta habitación. Aún estaba adolorida por el esfuerzo, fragmentos de información vienen uno por uno, solo recuerdo un ruido insoportable en mis oídos al salir de la casa de mis padres.
Había asesinado a alguien, pero el resentimiento nunca se hizo presente y tal vez me hacía una persona detestable, aunque la Darah de hace unos días ya ha muerto. Todos quieren, necesitan una reina y se las daré.
Todos los que me hicieron perderlo todo sabrán quien soy, Kylorn me causaba desesperación y enojo, solo es alguien qué nunca aprendió lo que realmente es sufrir. Él era uno de los culpables que todo esto pasara. Deseaba no haberlo o la existencia de este nuevo mundo.
Aunque fuera insensible deseaba no saber lo que los antiguos reyes habían hecho por mí.
Muy pronto Winderwell escuchará sobre la nueva reina y la poca piedad que tendrá con ellos. Conocerán de lo que Rossoma está hecho y los otros reinos también. No pienso detenerme hasta tener y causar un poco de dolor a todos los qué me han lastimado.
Después de un tiempo Kylorn entra en la habitación, al parecer enojado, algo que no me importaba.
― Debemos hablar ahora.― Dice Kylorn.
― Cómo quieras.
Me señala la puerta cómo indicación para salir de la habitación.
Salimos de la habitación. Solo lo hacía porque necesitaba que Mack descansará un poco.
― ¿Que quieres?
Comienzo la conversación.
― Ahora tú eres la enojada ¿Qué te hice Darah?
― Realmente quieres saberlo Kylorn. Tenía la mejor vida y ustedes solo pensaron en sí mismos están siendo los villanos de mi historia.
Kylorn me acorrala contra la pared. Uno de sus brazos está cerca de mi cuello impidiendo que me mueva.
― Tú no quieres que yo sea el villano de tú historia, Darah.
Me susurra cerca de mis labios.
― Estoy segura que tú no quisieras serlo.― Le susurro aún más cerca de sus labios.
Me suelto de su agarre y hablo por ultima vez.
― En unos cuantos meses sabrás que no debías sobrestimarme y estarás rogando por piedad.
― Lo estaré esperando Reina Darah.
Doy la vuelta y regreso a la habitación, no me importa que es lo que hará, solo quiero qué esté lejos de mí.
