Natsuo simplemente no podía creerlo. Siempre eras tan distraída que el pensó que jamás te ibas a dar cuenta de eso.
— ¿como te enteraste? — cuestionó limpiándose la boca y luego sirviéndose un poco de agua.
— La semana pasada. Decoraste el sushi de una forma muy prolija, perfecta. Solo un chef de tu calibre podría hacer una cosa así con esa rapidez... nadie más aquí tiene esa experiencia.
Bajaste la mirada, ya dicho en voz alta no parecía algo tan loco pero si te avergonzaba un poco que soñaba mas como un cumplido que una explicación de algo.
El albino sonrió y tu sentiste que ibas a derretirte.
— Salgamos esta noche.
Solo asentiste. Sin pautar hora ni lugar. Ya una hora después de estar en tu casa y lista cabe destacar, el té llamó cuestionando si estabas lista, en quince minutos llegó por ti.
Todo el Camino tú estabas en silencio, nerviosa. Mientras que el hablaba y hablaba intentando que tus nervios se disiparan un poco.
Llegaron a un restaurante asiático, donde el menú no se centraba en la comida japonesa, sino en la gastronomía de toda Asia.
Al ver el menú lo que más te llamo la atención fue la comida proveniente de la india ya que la mayoría contenía una buena dosis de picante, estabas acostumbrada al picante, mucha de la Coreana también contenía picante.
Al ser conocedor Natsuo ordenó por ti, pidió diferentes platos de diferentes lugares y te ayudo a comerlos todos, también te explico algunas cosas de ellos.
Era interesante saber cosas de lo que comías y no solo devorarlo.
— ¿Seguro? — preguntaste luego de que se fue el mesero. De postre había pedido un simple helado de vainilla lo que no entendías bien.
— Verás el placer en lo simple.
Te encogiste de hombros y siguieron charlando. De la nada el té invito a la boda de su hermano menor, aceptaste sin pensarlo mucho.
La boda sería en un par de semanas, las cuales ambos pasaron casi cada segundo juntos. A veces el té llevaba a cenar y otras te preparaba cena en tu apartamento o el de el. Hasta que por fin un día antes de la boda tuviste el valor de besarlo ya que el chef experto no tomaba la iniciativa.
Verlo rojo como tomate se convirtió en tu cosa favorita. Hasta que minutos después el té pidió que fueras su novia y ahí tu eras La Roja.
Unos seis meses después quedaste embarazada de un hermoso Niño idéntico a su padre aunque con tu personalidad. Decidieron no casarse, lo vieron como algo innecesario pero si se comprometieron y Natsuo te hizo usar el anillo de bodas, el también uso el suyo.
Aprendiste a amar la comida japonesa y a prepararla también, viviendo enamorada de uno de los mejores Chef de todo Japón.
FIN
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Sushi - Natsuo Todoroki
FanfictionDonde Natsuo te deja una carta con un roll de sushi cada semana. Serie cartas Libro 22/ ??