Villa, es un hombre que trabaja de ingeniero en una empresa, tiene mala suerte en general, su suerte: Enamorarse de una mujer con un hijo, ¿Qué más da? Amor es amor y la quiere con todo y todo.
-Actualización diaria
Juan Pablo Villamil no es la clase de persona que logra superar fácilmente. Nop. Y realmente ni siquiera estaba planeando hacerlo. Le mandó un mensaje a Gaby. Ella no contestó, y después de un rato, su foto de perfil no estaba disponible. ¿Lo había bloqueado? Mando otro mensaje:
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Vaciló con seguir mandando mensajes.
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Obviamente la respuesta jamás llegó. Al siguiente día era su primer día como presidente, y digamos que no tenía ánimos más de que la tierra se lo tragara y lo escupiera donde fuere que estuviera Gaby.
Ni siquiera él supo cómo fue que logró terminar el día. Pero no se sentía ni un poquito animado a nada. Caminó fuera del edificio, paró un taxi que lo llevaría a su casa, estando dentro se sintió miserable. El chofer era un bajito hombre con bigote y gorra. Nada parecido a Gaby, Gaby nunca usaba gorras. Soltó un suspiro, le pidió al hombre que lo dejara en la esquina. Decidió seguir caminando. Sus pies siguiendo el camino a su casa. Pero su corazón haciéndolos girar una y otra vez en las calles equivocadas. Paró en una tienda. Compró un conejo de chocolate. Lo miró el resto del camino, pronto estaba frente a la casa de Gaby, se quedó parado al frente. Observó la casa. Era la segunda vez que venía aquí desde que Gaby lo abandonó en su departamento. Notó las cortinas de la sala moverse, Martín asomado entre ellas.
-Martín - lo llamó y levantó una mano, este se quedó estático en la ventana.
-Como sabe mi nombre? - fue lo único que dijo cuando Villa se paró frente a la ventana.
-Tu mamá, siempre te menciona - dijo rascándose la nuca
-Qué es eso? - preguntó Martín señalando con la mirada a su mano.
-Yo Emm. esto... es un regalo... - soltó una risa incómoda al final - podrías dárselo a Gaby? - pidió tímidamente - por favor - terminó mirando al suelo.
-Eres extraño - dijo Martín tomando el chocolate - le diré que viniste - cerró la ventana.
Villa se alejó de ahí, caminando sin prisa, se sentó en un columpio, apenas balanceándose sin despegar los pies del suelo. Sacó su teléfono.
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Bloqueó el teléfono, siguió en el columpio un buen rato y cuando la noche amenazaba con salir, se levantó y caminó hasta su casa.
El vigilante le detuvo y preguntó si estaba bien. Villa le dijo que sí. Villa le mintió.
Villa modo parental, te amo más que ayer y menos que mañana 😩❤️ Descansen gente bonita del internet ;)
