• C A P I T U L O 34 •

618 34 17
                                    

Al llegar y estar en frente del cuarto de Jean, comencé a tocar, tocar y tocar, pero no habría, y tampoco contestaba.

DARIAN: ¡JEAN! -dije golpeando su puerta.

JEAN: Pasa -gritó desde el baño.

Pase y dejé la comida en el buró, al momento que volteo estaba Jean parado en la puerta del baño, sin camisa y con una toalla atada a la cintura, claramente yo estaba que me moría, realmente poco a poco iba aceptando que Jean me atraía cada vez más.

JEAN: ¿Tengo algo en la cara o porque me miras así? - dijo Jean interrumpiendo mis pensamientos.

Pues como tendré la cara o que,  ¡Oh Dios se está acercando! De repente puso su mano en mi hombro y se acercó más, mi corazón comenzó a latir que hasta sentía que se saldría de mi pecho, mis manos comenzaron a sudar, lo tenia a unos centímetros de distancia, cuando de repente..

JEAN: Permiso, ocupo mi desodorante, dijo moviéndome hacia un lado.

Claro parecía demasiado bello para ser real, no pude con la pena, que solo salí corriendo de su habitación, claro supongo que él estaba tan satisfecho y su ego elevado hasta el cielo, me choca que los hombres suban su ego haciendo este tipo de cosas, Dios, estoy tan nerviosa que casi me ruedo por las escaleras.
Veamos cómo transcurre esta semana.

*UNA SEMANA Y MEDIA DESPUÉS*

MAE: Darian gracias infinitas por todo lo que hiciste y estás haciendo por nosotros, eres así como nuestro angelito de la guardia dijo abrazándome.

DARIAN: No fue nada, al contrario me encantó estar con ustedes estos días amiga, me satisface saber que ya está todo mejor... al momento de abrazarnos escuchamos una voz.

CARLOS: Mae... te extrañé tanto, dijo corriendo hacia ella.

MAE: Tonto, estuvimos viéndonos 1 semana y media todos los días, dijo sonriendo.

CARLOS: Cada minuto qué pasa es eterno para mi preciosa. Tomó su mejilla para después tomarla de la mano.

LIBARDO: Bueno tórtolos, todos aquí sabemos que viven enmielados, pero no es necesario exceso de miel, dijo Libardo burlándose de Carlos.

Mientras los chicos comenzaron a pelear en broma, yo me sentía un poco inquieta temiendo a que Jean no se haya recuperado y falte a clases.

MAE: Tranquila Darian, tus nervios se notan de aquí a china, Jean si vendrá, paso a arreglar algo a la oficina no tarda. Dijo sintiéndome coqueta.

DARIAN: Tra tranquila Mae, no estaba pensando en Jean ni mucho menos, solo era de una tarea? Una tarea sí. ¡DIOS DARIAN QUE PATÉTICA!

MAE: Si, haré como que te creo, bueno vamos o llegaremos tarde. Dijo jalándome el brazo.

DARIAN: Vamos...

JEAN: ¡DARIAN! Escuche un grito fuerte que venía de atrás.

DARIAN: Dime, dije volteando

CARLOS: Uy, creo que los tortolitos son otros.
Dijo riéndose para luego retirarse.

Y allí estábamos, en el frío de la mañana, parados en el estacionamiento de la escuela, rodeada de chicas que diariamente esperaban a Jean en la entrada, y no, no es ninguna celebridad, pero para ellas es como si llegara el mismo Chris Hemsworth.

DARIAN: ¿Que pasó? ¿Todo bien? Dije un poco preocupada.

JEAN: Ven, caminemos un rato, ¿te regañan si llegas un poco tarde? Dijo caminando y dirigiéndose a la calle.

DARIAN: Pues, no creo que me festejen pero no pasa nada, vamos.

JEAN: Bueno, primero que nada, sabes que no es fácil para mi abrirme con las personas, pero quería disculparme por el tipo de persona que fui desde que te conocí.
Siempre creí que eras una niña entrometida y presumida, que te ras un poco superficial, pero...
después de todo lo que hiciste por mi hermana y por mi estos días, he cambiado mi manera de pensar...
*hubo un momento de silencio*

JEAN: Así que Amigos.. dijo respondiendo a la pregunta que le había hecho hace una semana y media*

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 31, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

PARA SIEMPRE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora