VI

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Akko miraba anonada a la rubia enfrente suyo, la chica parecía estar mucho más clamada que la última vez que la vió

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Akko miraba anonada a la rubia enfrente suyo, la chica parecía estar mucho más clamada que la última vez que la vió. Es como si la Cavendish hubiera vuelto a ser aquella chica fría de antes. La castaña cortó el contacto físico sintiéndose abrumada por los dos misterioso orbes que le observaban con atención, sin embargo, su acción fue rápidamente obstaculizada por Diana, que con maestría volvía a aprisionar en un fuerte abrazo a la castaña, las manos de la inglesa apretaban a la chica con añoranza, casi como si la rubia estuviese muy preocupada por la ojirubí.

-Diana...-balbuceó la japonesa dejándo que la nombrada le apretase en aquel abrazo, su corazón latía desenfrenado y sus mejillas se tornaron rojizas. ¿Acaso Diana le había extrañado tanto como ella lo había hecho? Se esperanzó la castaña sonriendo con ternua sin poder evitarlo.

Akko sintió el desapego del abrazo, en ese momento la rubia le observaba con toda su atención, repasando una y otra vez los rasgos que hace una eternidad no admiraba. Con las manos hechas un temblor, se obligó a apartarla de sus brazos, estaba consciente de que el contacto había durado más de lo habitual.

-Akko, es un gusto volver a verte-habló la ojiazul en un susurró, asegurándose de que sólo la castaña le oyera. La nombrada le resultó una tarea imposible retener el sonrojo en sus mejillas, los nervios le invadieron y dejó que una sonrisa tonta se escapara de su garaganta.

-¡Diana!-el gritó de cierta castaña rojiza, se alargó en la última letra. La de moño amarillo llegó corriendo hasta donde se emcontraba la pareja de amigas. La rubia reparó en la persona que consideraba su mejor amiga.

-Hanna...-la respuesta fue como un balbuceo, la rubia se hizo para atrás mostrándose levemente conmocionada por la presencia de Hanna. Esto descolocó a la inglesa que detuvo su carrera.

-¿Diana te encuentras...?-las palabras fueron cortadas por cierta pelicolorida que había entrado en escena con su habitual despotismo hacia la Cavendish.

-¡Hey rubia! ¡Veo que sigues teniendo cara de culo!-saludó riéndose de su propio chiste, ganándose una mirada molesta por parte de Hanna y Diana. Mientras que las miradas cansadas provenían de Barbara y Akko.

-Es un...gusto...-respondió a duras penas Diana, realizando una mueca de desprecio-volverte a ver a ti también Amanda-devolvió el gesto, dando un pequeño y elegante asentimiento de cabeza.

La joven se notaba molesta por la presencia de la ojiverde, pero no demostró otra emoción que aquella. Amanda ensanchó su sonrisa contenta por ser capaz de molestar a la inglesa nuevamente, nunca iba admitirlo en voz alta pero había extrañado a Diana durante la semana entera que faltó a clases.

Hanna expresaba su preocupación de forma silenciosa, manteniendo sus labios sellados para evitar molestar a Diana. Claro que esto fue rápidamente notado por Amanda y Bárbara-¡Hey...!-el llamado de la americana quedó en segundo plano, al ver como la pelinegra se le adelantaba. La Parker se movió ágilmente, sosteniendo el hombro de la castaña.

Diakko [Historia Principal]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora