Dame Tu Mano.

DECISIONES

— (No te preocupes mi niño) –ella pensaba depositando un beso en su frente – (haremos lo que esté en nuestras manos para que estés tranquilo) -el pequeño se acomodó mejor al sentir que alguien lo abrazaba – (de esa forma.....la bala que se encuentra en tu cabeza será solo un mal recuerdo.)

Yukiko arrullo a su hijo que no dejo de sonreír al dormir entre sus brazos, Yusaku contemplaba la escena con una sonrisa, ninguno de los dos lo dejaría, Esa noche, Conan durmió tranquilo, a pesar de que dijeron que sería un momento, sus padres se quedaron con él toda la noche.

=0=

Un nuevo día llegó y con ello, cosas por hacer, lo principal era acudir al hospital para poner al médico al tanto de lo que había sucedido. Yusaku fue el encargado de realizar esa tarea.

Por su parte Yukiko había dejado descansando a Conan un poco más, mientras preparaba su desayuno.

—¿Mamá?

Escuchó la voz adormilada de su hijo; dejo lo que estaba haciendo y fue hacia dónde provenía la voz; y lo encontró sentado a mitad de las escaleras.

—Buen día dormilón —le dijo de manera juguetona sentándose a su lado— No deberías estar levantado, hace frio y se nota que tienes sueño.

—No tengo.... Ahm.. sueño —trato de ocultar un bostezo pero falló— los busque en su cuarto —se abrazó a su madre—. Y como no los encontré, baje a buscarlos.

—Lo lamento —revolvió sus cabellos sin tocar la venda para no asustarlo— solo queríamos dejarte descansar.

Esperaba que pudiera descansar un poco más, eso ayudaría a disminuir sus dolores de cabeza, incluso les habían comentado que podría tener largos periodos de sueño.

—Ven, volvamos a tu cuarto.

Al llegar, Conan se sentó en la cama mientras su madre buscaba ropa abrigadora, al llegar a su lado le ayudo a cambiarse, se sorprendió cuando le puso un gorro, estaba por preguntar por el vendaje cuando su madre contesto antes de que hiciera la pregunta.

—No te preocupes —dijo para calmarlo— Antes de irse; tu padre me ayudo a cambiarla.

—¿Eeh? ¿A dónde fue papá?

—Salió a comprar algo; no tardara —le dijo sentándose a su lado— pero ya que estas despierto, iré por algo de comer y tu medicina.

Al intentar levantarse, sintió como Conan la sujetaba para evitar que se fuera, ella pudo notar que temblaba un poco y mantenía su mirada oculta.

—¿Qué pasa? —su hijo apretó el agarre, aunque no dijo nada, ella sabía lo que pasaba— ¿no quieres la medicina? —el negó sin soltarla— Tranquilo, lo disolveré en agua como anoche ¿de acuerdo? —Conan levantó la mirada, le tranquilizo ver que su semblante cambiaba y la dejaba ir poco a poco.

Yukiko lo dejo un momento para ir por el desayuno, el medicamento se encontraba en su habitación para evitar que su hijo la encontrara; al volver, lo encontró parado en la ventana, con su mano en alto, abriendo y cerrando su mano, como si quisiera tomar algo; ese comportamiento se le hizo un poco curioso.

Se le quedo mirando un momento, se le veía tranquilo, igual que la noche anterior. Al verlo así, tuvo sentimientos encontrados, no negaría que estaba feliz de tenerlo a su lado, pero al mismo tiempo; le dolía verlo así.

—Debe gustarte mucho para que busques tan temprano —Conan giró sorprendido ante el comentario de su madre—

— ¿¡C-cómo!?