¡No Muerdas!

2. Casa Vacía

Maldijo, estaba caminando apresurado así que terminó tirándose chocolate a su playera oscura, por suerte no se veía, pero estaba demasiado caliente.

¡Ravn te voy a matar!- gruñó entre dientes mientras seguía caminando, iba tarde a su última clase, además de que estuvo a punto de morir por chocar con un loco.

Llegó a la escuela y miró a su amigo quien lo esperaba, sonrió aunque soltaba algunas maldiciones, era tranquilo, pero mancharse le causaba injurias.

Juyeon no me hubiera hecho correr tanto- gruñó haciendo reír a Ravn.

Lo siento amigo- toco su hombro mientras parecía sufrir- pero estabas más cerca- sonrió antes de separarse pues estaba seguro de que lo golpearían- vamos Seonghwa, ni está tan mal- lo guio hasta el salón, donde al fin ambos se sentaron, estaban tomando notas, o eso parecía. Porque toda la mitad de la clase Seonghwa se la paso quejándose.

Entonces- susurro- dices que de camino viste unas cajas en un callejón- Seonghwa asintió intentando mantenerse invisible a los ojos de su maestra, quien veía algo en su teléfono- deberíamos ir a revisar- garabateo en su cuaderno sin prestar mucha atención.

Estuvieron un rato más hasta que terminó su clase, Seonghwa salió disparado, quería ir a revisar aquel lugar que vio, fue seguido por Ravn y cuando estaba por salir se le unió su otro amigo.

¿Por qué parece que alguien murió?- miró a sus amigos con una sonrisa burlona.

Seonghwa se tiro el chocolate caliente- fue todo lo que dijo Ravn antes de retomar el camino. Juyeon río mientras los seguía, los tres eran buenos amigos, se habían conocido al iniciar la escuela y ya estaban por acabarla. Llegaron al lugar, Seonghwa se dio cuenta de que la caja estaba tirada.

Se fueron- dijo Juyeon mirando a sus amigos, miró la desilusión en los ojos de Seonghwa- pero no deben estar muy lejos- trato de animarlo, sabía que el de cabello negro había tenido un pésimo día.

Si, me imagino lo asustado que estaban, si tan solo hubiera parado en la mañana- se culpo, sabía que ahí había animales, pero no pudo detenerse ya que iba tarde.

Tranquilo, revisaremos por aquí cerca- Ravn formó una sonrisa, comenzaron a buscar cerca del lugar, sin embargo no había rastros de ningún animal. Seonghwa se mordio el labio cuando sonó la alarma de su teléfono.

Tengo que irme- suspiro, tenia que ir al trabajo y ni siquiera había podido llegar a su casa- pueden irse- les dijo y los otros dos asintieron.

No pongas esa cara larga- Juyeon toco su rostro para forzar una sonrisa, al menos así lo hizo reír- nos vemos mañana- se despidieron y Caminaron en direcciones contrarias. Seonghwa corrió hasta la tienda en donde trabajaba, se acomodo detrás del mostrador y recibió el saludo de su jefe.

¿Mal día?- pregunto y asintió, escucho la risa de su jefe y solo se acomodo para su turno de la tarde.

Estuvo trabajando hasta que anocheció, sonrió mirando que al menos no había sido un día tan pesado. Camino más tranquilo, fijándose en todos lados por sí veía algún animal, pero no vio nada, supuso que ya a esas horas estaban ya escondidos y dormidos. Llegó a su casa después de veinte minutos caminando, miró con una sonrisa su hogar, sus papás estaban fuera cuidando de un familiar así que sabía que estaría solo.

Llegó a su hogar, decidió ir directo a su cuarto, acomodo su mochila en su lugar y se tiro a la cama, estaba por dormirse hasta que recordó que tenía su ropa, formó una mueca levantándose de inmediato, tomó su pijama y se cambió, seguía a oscuras por lo que sólo se metió entre sus sábanas, ni siquiera tenía tanta hambre como para hacer algo.