3. Robo

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Paso otra semana antes de que todos se hubieran dejado ver, o casi todos, Seonghwa cada que intentaba acariciar a Hongjoong este huía. 

Deberíamos ayudarlo— Mingi miro a Jongho dormir tranquilamente— ya esta en edad para transformarse, pero no lo hace— estaba por dormirse, estaba cansado, pero quería esperar al humano. 

¿Cómo nos ayudara Seonghwa?— pregunto Yeosang algo confundido, miro a Mingi quien cabeceaba algo cansado, habían jugado todo el día así que supuso que por eso estaba tan cansado. 

Puede que sepa algo, nosotros no sabemos como sucede solo sucede— contesto Mingi todavía centrado en acariciar el suave pelaje de Jongho— dijo que estudiaba sobre nosotros— sonrió al recordar eso. Parecía ser que Seonghwa se estaba esforzando por cuidarlos a pesar de no conocerse de nada.

Era un jueves, Seonghwa había salido hace nada al trabajo así que todos los híbridos ya se encontraban dentro de la casa, al principio nada más se quedaban en la sala, aunque últimamente había agarrado más confianza e iban más allá de la sala y el comedor, Hongjoong subió, era el que menos convivía con el humano y de hecho todavía era difícil que este se acercara para siquiera acariciar sus orejas, sin embargo el piso de arriba le llamaba la atención. Todos estaban tranquilos hasta que escucharon un fuerte estruendo.

Todos crisparon sus orejas, las movieron en todas direcciones tratando de escuchar con más atención. San se oculto y con ello los demás se asustaron así que de igual forma se ocultaron. Yunho y Yeosang terminaron debajo de las encimeras de la cocina, Jongho y Wooyoung debajo de la mesa, Mingi atrás de un sillón. Todos estaban en silencio, por un momento pensaron que sólo había sido un ruido, pero ahora eran pisadas.

Lleva dejando la puerta abierta— escucharon la voz de alguien desconocido, todos conocían la voz de Juyeon y Ravn, nunca los habían visto, pero si los reconocían.

Hongjoong estaba seguro de que ese extraño no era amigo de Seonghwa ya que no podía percibir ni un poco del aroma del humano que los cuidada, quería bajar, pero no estaba seguro.

El extraño se paseo por todo el lugar sin percibir a los animales, estaba buscando cosas de valor, subió las escaleras y entró al cuarto de Seonghwa donde comenzó a rebuscar, sabía que ahí debía haber dinero y no se equivocaba.

¡Alto!— el extraño se volteo al escuchar el gruñido de un animal, al mirar hacia abajo se encontró con un pequeño zorro, formó una sonrisa espeluznante al darse cuenta de que ese animal valdría mucho más que todo lo que estaba en la casa.

Hongjoong se dio cuenta de sus intenciones, ni siquiera sabía porque se había molestado al ver que el extraño entraba desordenar el cuarto tan ordenado de Seonghwa, tampoco supo de donde sacó la valentía para enfrentarse a un humano, a los que tanto teme. Pero no podía permitir que todo el trabajo de Seonghwa se fuera en otra persona, había visto como este llegaba cansado y aún así siempre tenía tiempo para sus amigos.

Gruñó, la adrenalina subía por su pequeño cuerpo, sus colmillos se hicieron ver, su pelaje se erizo y se alegro al saber que al fin podría ocupar sus garras, no podía ver el rostro del ladrón a causa de la máscara que tenía, pero el olor lo recordaría toda su vida.

¡Hongjoong esta arriba!— maulló San y los demás se asustaron al saber que habían dejado solo al zorro— ese olor...— su pata fue directo a su nariz, era el olor molesto del zorro.

Necesitamos llamar a Seonghwa— ladro Yunho un poco asustado.

Pero no sabemos cómo se ocupan esas cajas— lloriqueo Wooyoung, habían visto como Seonghwa hablaba con algo que decía que se llamaba teléfono, pero nunca tuvieron la necesidad de usarlos.

¡No Muerdas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora