Encuentro casual.

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Jorge y Ana se reencontraron después de muchos años y la verdad ese encuentro había sido solamente pura casualidad.

Ana estaba caminando por las calles de Bogotá recorriendo las tiendas de manualidades y libros, obviamente muchos lugares estaban cambiados, pero el clima húmedo y lluvioso seguía recordándole que estaba en su casa. Debido a la tempestad del clima ella tenía un abrigo negro y debajo de este solamente llevaba una blusa de algodón junto con unos pantalones azules ajustados que marcaban su figura, era simple pero lindo y lo más importante, cómodo para ella.

Disfrutaba mucho viajar con sus hijas, pero por algunos motivos esta vez no pudieron acompañarla. Este viaje estaba siendo como un respiro de aire fresco. Hace mucho tiempo no estaba sola, y a veces disfrutaba la soledad. El reencuentro consigo mismo era algo que hace mucho no tenia.

Pidió un café para llevar en un Pastelería que se encontraba en una calle central y siguió recorriendo las calles de su querida ciudad.

Había algo que hacía hace bastante tiempo y era leer libros, más en específico literatura erótica, la hacía sentir más sensual. Leyendo podía encender ese deseo que hace muchos años no podía encender con un amante. Las separaciones por las que tuvo que pasar habían sido difíciles y volver a mantener una sexualidad activa también lo era. Ana siempre le dedicaba tiempo completo a sus hijas, así que amantes ocasionales tampoco podía tener, por lo que era aún más difícil sentirse deseada.

Entro a una librería grande, el lugar era precioso, se podía sentir el olor a libros nuevos, habían mesas y gente leyendo, sigilosamente fue a la sección de libros románticos, sabía que cercano a ellos estaba la sección que más le gustaba y no se equivocó. Pudo visualizar la saga de seducción, solo le faltaba un libro para terminar la trilogía así que lo tomo y fue a pagarlo.

Ya saliendo del lugar, comenzó a darle un vistazo a lo decía en la tapa del libro y tiro de la puerta para poder salir sin darse cuenta de que una persona estaba a punto de entrar. Su cuerpo impacto contra la otra persona haciendo que su café salpicara contra su blusa y chaqueta, este estaba caliente por lo que un jadeo salió de su boca, los brazos del desconocido la tomaron de la cintura y la guiaron hacia un lado de la puerta.

—Ay perdón ....perdón, no me di cuenta, soy una tonta, discúlpeme señor... —Se miro la blusa manchada y luego subió la vista hacia su rostro, al verlo se quedó boquiabierta—

—¿Señor? Anita.... —rio— no puedo creer que este sea nuestro encuentro...

Era Jorge Enrique, su gran amigo y compañero de trabajo. Ella comenzó a reírse de forma nerviosa debido a la situación y se dio cuenta que el también tenía rastros de café en su ropa, podía sentir el calor de vergüenza en todo su rostro.

—Ay Giorgi, ¡perdón! De verdad...estaba tan distraída... pero.... Déjame saludarte, ¡tanto tiempo mi amor!

Le dio un abrazo afectuoso mientras reían de aquella situación. El seguía igual de guapo, incluso aún más, su cuerpo solo gritaba "experiencia" y "buen sexo", ella negó con la cabeza y se sonrojo al tener ese tipo de pensamientos con su amigo.

—¿No vas a recoger tu libro? —le pregunto Jorge en un tono divertido—

El libro había caído cerca de sus pies, trato de agacharse para tomarlo y guardarlo en su bolsa pero Jorge se adelantó y lo sostuvo entre sus manos de forma curiosa, levanto una ceja al leer el título.

—Umh... interesante libro, no sabía que te gustaba este género, toma. —le alargo la mano haciendo que quisiera alcanzarlo de forma torpe. —

Ana dio unos saltos tratando de quitárselo y lo miro con el ceño fruncido, siempre le hacía lo mismo, no podía creer su suerte, justamente tenía que encontrarse con él.

Oneshots eroticos (JEAMO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora