Sunghoon está enamorado. Tal vez suene apresurado o sin sentido, pero todo el tiempo que le costó conocer a Jay, ha valido completamente la pena.
Heeseung estuvo a su lado hasta el ultimo segundo antes de que Jay lo pasara a recoger para su esperada cita. A Sunghoon no le pasó desapercibida la mirada que Jay le dio al momento de encontrarse en la puerta, así como el contrario notó al cien por ciento como las mejllas del menor se colorearon de rubí cuando Heeseung salió a despedirlos con unas cuantas palabras de más.
—Jay, lo quiero en casa antes de las doce o Sunghooncienta tendrá problemas—.
Sunghoon estaba empezando a arrepentirse de haber aceptado comprar y compartir un departamento con su mejor amigo.
Aunque como las cosas iban yendo, Sunghoon no tardaría en mudarse de nuevo, esta vez con quien esperaba, sería su amor eterno.—No realmente, podrías llevarlo a tu casa, pero con protección. No quiero pequeños Sunghoon y Jay corriendo por doquier. Todavía no—.
Con un golpe en el hombro de su mejor amigo y un paso adelante, el pelinegro le sonrió a Jay dando inicio a lo que sería su primera cita juntos.
—Hola—.
Con la mirada del uno puesta sobre los ojos del otro no notaron cuando Heeseung entró de nuevo a su casa y cerró la puerta silenciosamente. Respiró profundamente y sacó el aire en un suspiro, con una sonrisa de suficiencia y orgullo caminó hasta la cocina donde tomó un vaso y lo llenó con agua para dirigirse a la sala, donde se sentó en el sillón frente al televisor. Su mano derecha asentó el vaso en la mesa y se ajustó para tomar el control remoto, al mirar al televisor lo encendió pero no pudo ver con claridad, las lágrimas eran demasiadas y no dejaban de salir como si de un río que desemboca en una cascada se tratase.
Hay momentos en la vida en la que te preguntas si realmente vales la pena, si mereces seguir adelante. Momentos en los que te sientes completamente inútil y crees que dejando de estorbar ayudarías más. O simplemente cuando tienes el corazón roto por creer que no eres suficiente para nadie, cuando en realidad no has encontrado a la persona indicada.
Sea la situación que sea, nadie se tiene que enterar que Heeseung honestamente ya no podía más. Lloró hasta el punto en el su cabeza dolía y ya no quedaban lágrimas que derramar, así que simplemente cerró los ojos y dejó a su alma descansar. Quizá estar deprimido por no tener una pareja suena absurdo, pero cuando Heeseung es feliz en todos los aspectos menos ese, realmente no se siente feliz.
Sin embargo, la velada de Sunghoon fue aún mejor de lo que pensó y mirando dos meses atrás cuando conoció a Jay por primera vez, se sentía como si todo hubiese pasado demasiado rápido.
Agradecía a la vida por ponerlo en una situación como en la que estaba. Ahogado hasta el punto en el que pasaba días sin comer, con tal de darle a los que amaba lo que necesitaban. Jay se convirtió en esa luz en la oscuridad que siempre estuvo, pero no sabía que existía. Jay era ahora su futuro y lo que necesitaba para seguir adelante.
Quizá esta fue su primera cita y no tenía ni la menor idea de como las cosas irían más adelante, pero justo en este momento Sunghoon y Jay eran felices, no solo por estar juntos en una impresionante primera cita, también por ser correspondidos en este dichoso juego del amor.
Fin.
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Charity ★ Jayhoon
FanficSunghoon es dueño de un refugio de gatos y Jay es millonario. ✩ Jay & Sunghoon. ✩ Romance. ✩ Contenido homosexual. ✩ Adaptación autorizada, todos los créditos a @leemincat