Capítulo 3

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Otra noche en el trabajo, otra Mosca de Bar intentando ligar conmigo.

― ¿Estás seguro de que no puedo hacerte cambiar de opinión? Podríamos pasárnoslo muy bien, juntos ― susurró mientras pasaba sus dedos por mi pelo. Su largo pelo rojo caía sobre sus pecosos hombros mientras se inclinaba sobre la barra.

―Lo siento, pero tengo novia y es una auténtica arpía. Oh mira, aquí viene. Hola, cariño― Saludé con la mano a Fifi, una de nuestras camareras en el bar. Era una chica amable, pero sus 12 piercings faciales a menudo hacían que la gente tuviera miedo de ella al principio. Un poco confusa me saludó con la mano hasta que yo casualmente asentí con la cabeza en dirección de la pelirroja y ya cogió la indirecta. Sus ojos se iluminaron con comprensión y me sopló un beso, después miró con furia a la pelirroja.

― ¿Esa es tu novia? ― preguntó completamente atónita.

―Sí. Te dije que era una arpía. La última vez que alguien ligó conmigo en el trabajo, rompió la nariz de la chica― Dije con bastante dramatismo.

―Oh, bueno... umm... tengo que irme corriendo... mis amigas me están esperando... umm... ya nos veremos― Dirigió una rápida mirada más en la dirección de Fifi antes de salir corriendo a toda velocidad por la puerta.

―Fuera mosca de bar, fuera― escuché a Kan reírse mientras me saludaba. Engin sólo sacudió la cabeza y dijo.

―Ya creía que ibas a ceder ahí por un segundo, era muy mona.

―No voy a perder mis 200 pavos tan rápidamente, dadme algo de crédito por favor. ― Dije mientras limpiaba la barra. Las luces acababan de encenderse, el último turno ya había acabado, así que empezamos a cerrar. Engin empezó a fregar vasos y Kan hizo el inventario. Fifi se me acercó y me dio una bofetada en la parte de atrás de la cabeza.

― ¿Qué demonios era eso? ¿No puedes decirles a tus admiradoras que se vayan por tu cuenta? Voy a empezar a cobrarte por cada vez que me usas como protección y me haces soplarte un beso Serkan. Es tan pobre. Ahora si quieres, felizmente les daría un puñetazo o quizás incluso escupirles, eso es más mi estilo― Fifi tenía una apariencia exterior muy dura, pero debajo de eso, era una amiga muy leal y es por eso por lo que nos llevamos tan bien.

Le di un abrazo rápido.

―Gracias por salvarme. Sabes que te encanta ser mi novia de mentira Fifi, incluso Erdem nos dio su bendición― Erdem era su gran novio. Era un motero que medía 1'96m y que estaba cubierto de tatuajes además parecía que podía comerme como desayuno. Una noche él estaba en el bar, le conté que no queríamos más Moscas de Bar y nos ofreció a Fifi como nuestro 'matamoscas personal', como él la llamó.

―Bueno ¿habéis encontrado alguna chica buena ya? Ya han pasado varias semanas... ¿Cuánto tiempo más voy a tener que hacer esto? Anoche fueron Engin y Kan, esta noche has sido tú Romeo. Lo mejor es que paséis los próximos días cazando chicas buenas. ¿No tenéis libre este fin de semana? ― Preguntó con falsa irritación.

―Sí, por fin un fin de semana libre. No te preocupes, si tenemos suerte habremos encontrado chicas buenas para entonces― Le dije con un guiño.

―Buena suerte con eso chicos... os veré en unos días― Dijo agitando la mano mientras iba corriendo hasta Erdem que estaba de pie en la puerta sonriéndole.

― ¡Adiós Fifi! ¡Adiós Erdem! ― Gritó Engin mientras ellos se daban la mano y se alejaban andando.

Eran cerca de las tres de la mañana cuando Kan me dejó en casa. Tiré las llaves sobre el mostrador e inmediatamente me metí en la cama, cubriéndome la cabeza con las mantas. Encendí Spotify y me quedé dormido. Estaba teniendo el más maravilloso sueño sobre una chica con jersey azul. Estaba a punto de acercarme lo suficiente para besarla cuando el teléfono empezó a sonar.

Boicots y moscas de barDonde viven las historias. Descúbrelo ahora