𝙳𝚞𝚕𝚌𝚎𝚜, 𝚏𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜 𝚢 𝚛𝚎𝚐𝚊𝚕𝚘𝚜 ✾𝙷𝚊𝚗𝚎𝚖𝚒𝚢𝚊 𝙺𝚊𝚣𝚞𝚝𝚘𝚛𝚊.

✾𝚊𝚕𝚐𝚘𝚍𝚘𝚗 𝚍𝚎 𝚊𝚣𝚞𝚌𝚊𝚛.

Sentía como el sudor se le escurría al correr, tan pronto como vio tu silueta dejó de correr.

— ¡__________! — Grito al aire, tu simplemente diste una vuelta para verlo, después volviste a seguir tu camino. Tan pronto como vio que le ibas, siguió detrás de ti, hasta que todo se sumió en una horrible oscuridad y con ello, despertó de ese horrible sueño.

— Entonces... ¿Eso pasó? — Kazutora asintió ante lo que preguntaste. Después suspiraste. — Nada malo me va a pasar, Kazutora-kun. — Cuando le llamaste por su nombre, él volteo a verte nuevamente. — ¿No puedo llamarte así? — La pregunta provocó que dejara de verte boquiabierto.

— ¡No, no! No es eso, es solo que... Me sorprendió demasiado... — Te sentiste bien al verlo tan nervioso por algo tan... Normal. Supongo que eso era lo que le faltaba a su vida, normalidad. — Es un placer en ese caso, ___________. — Ahora al que le cayó la sorpresa, fue a ti, probablemente se sentía demasiado bien con ver tu cara al ser llamada sin el honorífico.

— Es un placer también, Kazutora-kun. — Ambos querían darse la mano, pero el vidrio se los impedía, sacaste una pequeña hoja y dibujaste una mano toda mal deformada.

La pasaste por debajo del cristal y Kazutora no tardó en hacer un dibujo de una mano más horrible que la tuya.

Por ahora era la única manera de tocarse, tal vez en un futuro lejano puedan darse las manos como personas comunes y corrientes, claro estaba que ese futuro estaba demasiado alejado.

Después de que devolvió la hoja, al ver su dibujo, comenzaste a reír, la risa fue contagiosa, claro que su diversión se vio afectada cuando un guardia les pidió que guardarán silencio.

— ¿Ya pasaron 2 horas? Wa, es tarde, Kazutora-kun volveré mañana temprano, te traeré un pay de limón esta vez. — Recojiste los envases de dulces y los echaste en el bote de basura más cercano, Hanemiya se veía algo triste por tu partida, pero sabía que volverías mañana.

— Estoy bien con tu visita, no necesitas traerme dulces. — Menciono recargando su cabeza sobre su brazo.

— ¿Osea que ya te harte de dulces? — Esa fue la conclusión más lógica a que llegaste, Kazutora se espanto cuando dijiste eso.

— ¡No, no, no! No quise decir eso, solo quería decir... Que... Bueno... — Se paso la mano por detrás de su cuello, tal vez un poco avergonzado.

No lo dejaste terminar, ya que te contagio con su timidez.

— Nos vemos mañana, Kazutora-kun, esperame con más dulces. — Mencionaste mientras te llevabas tu pequeña canastita, Kazutora se despidió de ti con una sonrisa.

Quién diría que esa sería la última vez que lo verías, pero, no te preocupes, Haganaki Takemichi esta aquí para salvarte a ti a tu futuro.

— ¡Ha, _________-chan! — Takemichi estaba feliz de verte, te preguntaste por que, ya tenía un rato de no aparecer en la escuela, así que acudiste a Hina por respuestas, pero siquiera su novia sabía dónde se encontraba.

— ¡Haganaki-kun! — Exclamaste en el mismo tono feliz que el de él, cuando estuvieron a pocos centímetros, preguntó si podía abrazarte, tú accediste, y le permitiste darte un largo abrazo.

No entendías por qué te apretaba tanto, pero no lo cuestionaste, tampoco cuando comenzó a llorar.

— Hagas lo que hagas, no vayas con Hanma Shuji, por favor. — Dijo tan bajo como pudo, al querer escucharle, te separaste del abrazo que te estaban dando.

— ¿El para que cosa de quién? — Le cuestionaste con obvia confusión, Takemichi suspiro, tenía que tomar mucho aire para lo que te estaba a punto de pedir, tal vez así, podría evitar tu muerte.

— Por favor, no vayas detrás del hombre de ojos morados. — Creyó que lo había dejado claro, aunque es cierto que lo codifico un poco para no asustarte.

— ¿Ojos morados? — Preguntaste con aún más dudas, Takemichi te soltó y cambió de tema rápidamente.

— ¿Kazutora-kun y tú ya son novios? Él me dijo que últimamente te sonrojas mucho~ — Y supo exactamente cómo cambiar de tema drásticamente.

— ¿¡Eh!? ¡Dile que no sea mentiroso! ¡Él casi se ahoga por el cumplido que le di! — Comenzaste a correr detrás de Takemichi, él se reía de cómo agitabas tus brazos mientras trataba de seguirle el ritmo al rubio mayor.

No vayas con él, por favor. Repitió una vez más Hanagaki en su cabeza.

Iba a actualizar otra historia con contenido nsfw, y terminé actualizando esta y creando una nueva, que vueltas da la vida. Pero bueno, ya tengo contenido para el próximo año, dos historias nuevas de mis novios otakus.

Ya creo que este año no voy a subir una nueva historia, ya que apenas puedo con las que tengo, llora* pero es que me encanta estar subiendo historias para después abandonarlas, anyways, gracias por leer, nos vemos en la última parte.