VETERINARIO

🐾Novena Garra🐾

┇❝ ¿Próxima parada?❞

❝Cardíaca❞┇

La clínica de animales, por lo general era un lugar pacífico, no tenía más que los sonidos de los distintos animalitos que todos los días la visitaban.

Aunque, claro, entre todos los animalitos que asistían constantemente a el establecimiento, ya sean exóticos o no. No podía faltar una clase.. Especial.

"-¡POR UNA MIERDA SANZU! QUE HOY NO VIENE MUTO-" Ahí estaba el primer animal, un espécimen de la clase "Hajimenitus Kokonoisifis"

"-Koko, kokito, kokititito..-" Dijo un sonriente pelirosa "-ME CAMBIE A ESTE MALDITO TURNO PARA PODER VER AL DUEÑO DE TODOS MIS SUEÑOS HÚMEDOS NO ME JODAS-" Dijo un histérico animal, de la especie "Sanzusifis Haruchiyitus", que comenzaba a atacar a su compañero de ecosistema, siendo su ataque, un letal "Dedoensalivado".

"-QUE ASCO SANZU ALÉJATE RATA APESTOSA SHUSHU-" Gritó un asqueado pelinegro, que no había dudado en empujar a su compañero, mientras limpiaba con furia su moflete, ni todas las duchas de su vida serían suficientes para que dejará de querer quitarse la mejilla y de ser posible hacerse un trasplante de piel.

"-Qui isqui sinzi ilijiti shishi-" Remedó el chico rodando los ojos. "-Es tú culpa, sabes que yo estoy hasta las nalgas por Muto y tú me ilusionas de forma tan cruel.. ¡Destruyes el corazón de la pulga!-" Dramatizo mientras hacía una pose afligida, ya saben, típica de Dramas Haruchiyo.

"-Sanzu, ratita rosita..-" Dijo con una leve sonrisa el pelinegro. "-¿CÓMO MIERDA PLANEAS QUE YO SEPA CUANDO TRABAJA MUTO? ¿AYUDA? NECESITAS TERAPIA POR DIOS-"

En respuesta el pelirosa miró a su compañero afligido, y un leve puchero se comenzó a formar en sus labios, además de las lagrima que se aglomeraban en sus ojos. Haciendo que el pelinegro se comenzará a sentir fatal. Ya saben, cosas de los hormonales.

"-No.. Sanzu no llores...-" Dijo el pelinegro mientras se acercaba de manera temblorosa al chico, definitivamente no sabía lidiar con las personas que lloraban, puesto a que terminaba llorando con ellos. "-Sabes que yo sé cuando trabaja Muto, nos basamos de acuerdo a las coincidencias..-"

"-Eso lo sé..-" El chico sorbió su nariz, por poco y se tragaba sus mocos. "-Pero no tenías por que gritarme..-" Dijo fingiendo tenerle miedo al chico, y tal como esperaba, la expresión del pelinegro se horrorizó, en menos de tres segundo el chico ya se encontraba al borde de las lágrimas.

"-Perdón bebito rosadito de mi alma ¿Qué hago para qué me perdones?-" Preguntó un afligido pelinegro, que comenzaba a llorar.

"-Consigue el número de Muto..-" Contesto con una expresión apachurrada, tipo el gato con botas.

Esperaba no verse como un acosador.

Hanma Shuiji disfrutaba de visitar a sus amigos mientras trabajaban, era como si le pagaran por ser un vago, cosa que de cierta forma era cierto, pero él realmente amaba a sus amigos.

Quiero decir, ¿Quién no lo haría? Eran unas víboras de lo peor, y eso solo significa dos cosas:

Pena ajena 

Chismesito jugoso, caliente y fresco.

Por eso había optado por hoy ir a visitar a la clínica de animales, dónde ya era bastante reconocido por el personal.

"-Bienvenido Hanma.-" Dijo la secretaria del lugar, que se encontraba en el mostrador.

"-Hola Hina-chan ¿Qué tal todo?.-" Preguntó mirando con una sonrisa a la chica. Lástima que le guste la papaya a la chica, y a él el pepino.

"-Todo bastante normal.. Aunque..-"La sonrisa de la chica le dejó en claro dos cosas. Uno, chisme seguro, dos, tenía que ver con sus amigos. "-Hoy llegó un gatito y su dueño, y solo faltaba que Koko se pusiera a maullar, algo trae con el chico.-" Finalizó con una sonrisa inocente, definitivamente había chisme jugoso ahí.

"-Que me has dicho Hina-chan, después te cuento el chismesito.-" Una sonrisa cómplice se formó en los labios de ambos y él se adentró a la sala solo para personal.

"-Ya se la saben putas, carteras y celulares.-" Dijo el chico mientras ingresaba a la habitación, encontrándose con una situación bastante normal.

Tan normal como encontrar a Koko a punto de matar de asfixia a un pelirosa que no dejaba de reír.

"-Oye Koko no hagas eso.-" Dijo con cierto temor en su voz. "-Acuérdate que a él lo excita que lo ahorquen, cuidado.-" Dijo divertido, haciendo que el pelinegro se apartará a una velocidad inhumana del chico.

"-¿Y tú como sabes eso Hanma? ¿Experiencia propia?-" Dijo burlón el pelinegro, amaba meterse con el chico

"-Recuerdos de Guerra, es todo lo que necesitas saber-" Respondió el más alto, sintiendo un escalofrío subir por su columna.

"-Como sea, ¿Qué esta-" Antes de que el chico terminara de hablar, sonó la alarma del celular de Sanzu, era la hora de su descanso.

"-Vaya, ya es la hora del descanso, no sabía que 15 minutos podían ser tanto tiempo, y al mismo tiempo fueran nada.-" Comentó el pelirosa, tal cual como si estuviera en su modo "Soy un señor viejo y sabio, pero sobretodo drogadicto".

"-¿Ok? Como sea, ¿Qué era lo que-" Nuevamente el chico fue interrumpido, pero esta vez, el mismo fue el que se quedó callado. "-¿Dónde está Koko?-" Preguntó notablemente confundido, fácilmente se le podría confundir con un perrito, uno sarnoso y con tendencias psicópatas.

Ambos chicos miraron el lugar, notando la ausencia del chico, hasta que escucharon bastante ruido, en una de las esquinas del lugar.

"-¿DÓNDE MIERDA ESTÁ EL MALDITO ESPEJO DE SANZU?-" Preguntó de manera histérica, mientras revisaba sin para las pertenencias del chico.

"-Oh, hoy no lo traje.-" Respondió de manera simple el chico, que había decidió comenzar a picar las costillas de Shuiji, quien trataba de hacer que el hámster en su cerebro se subiera a su rueda y comenzará a trabajar.

"-¿CÓMO QUE NO LO TRAJISTE? ES QUE ACASO-" Antes de que el chico se pusiera a rugir como si fuera una bestia buscando a su presa, la puerta del lugar fue tocada. "-Adelante.-" Respondieron los presentes extrañados, nadie de la clínica tocaba la puerta.

"-Disculpen que haya pasado a una zona prohibida, pero Wakasa me dijo que podía hacerlo.-" Respondió una suave y masculina voz. En cuanto se abrió la puerta sucedieron dos cosas.

1.-Se percatarón de la presencia de un Rubio de ojos verdes y de bendecidas facciones, que por azares del destino habían visto mientras espi- mientras pasaban por una cafetería a la que casualmente habían merodeado hace unos días.

2.- Que Koko había dejado de funcionar.