𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 17 1/2

156 16 4
                                    

Yoshinori empujó bruscamente a Mashiho y se abalanzó hacia adelante, con las venas sobresaliendo de sus tensos brazos y los ojos más rojos que nunca.

-¿Cómo mierda has entrado?- gritó, su voz haciendo eco en toda la habitación.

La rubia continuó con la mandíbula caída durante unos tres minutos más antes de romper en carcajadas y cubrirse sus aceitosos labios en un estado de shock.

-¿Eres Yoshinori o estoy alucinando?- soltó, riendo a sus anchas, mientras negaba con la cabeza.- Diablos, ahora entiendo porque te haces tanto de rogar...

Yoshinori adelantó un largo paso y lanzó una patada sobre una silla cercana, estallando su puño contra la mesa, al tiempo que sus músculos se estrujaban y comprimían ambas mandíbulas, rasgando sus dientes de forma violenta.

-¿Cómo carajos has entrado?

-Tu sirvienta me abrió...- la rubia tomó un nuevo respiro y soltó otra carcajada, todavía agitando la cabeza.- No sabia que eras... gay, ¿y quién es este eh? Creo que en los hombres no tienes buenos gustos.

Camino hacia adelante con la misma sonrisa sarcástica en su boca y sus enormes tacones resonando sobre el suelo, colocando de repente toda su atención en Mashiho.

-¿En qué instituto estás, cariño? No te he visto antes, ¿si sabes con qué tipo de hombre te estas metiendo, verdad?

La muchacha estuvo al borde de volver a reír, pero su voz se ahogó cuando la mano de Yoshinori se prendió de todos sus cabellos, sacudiendo su cabeza salvajemente para luego elevarla y estrellarla contra la pared en un golpe seco.

-Yoshi, cálmate...- la susurrante y quebrada voz de su empleado resonó en toda la habitación como el sonido del aleteo de un ave.

Sus ojos se volvieron hacia él sin soltarla y lo encontró con el rostro totalmente enrojecido y las lágrimas deslizándose por la curva de su nariz y de sus labios.

-¿Yoshi?- la rubia intentó empujarlo, al tiempo que la risa alborotaba su boca.-¿Tú dejas llamarte de esa manera? ¿Tú, Kanemoto Yoshinori? No puedo creerlo, debo estar teniendo una especie de pesadilla cómica...

La regresó a mirar, encontrándose con sus irónicos ojos castaños y sin pensarlo ni un segundo más, aprisiono su cabellera entre sus dedos y empezó a arrastrarla con fuerza hacia la calle, ignorando sus gritos y los gritos nerviosos de Mashiho, que sollozaba suplicándole que se calmase. Abrió la puerta y sacudió su cuerpo de un lado a otro, aunque la tipa solo se reía y fingía pedir auxilio.

-¿Es tu novio? Yo venía a invitarte a la fiesta de esta noche y mira con lo que me encuentro, ¿no quieres ir conmigo? El instituto se jodería de risa si se entera de esto.

-Di una sola palabra y estás muerta- masculló contra su oído, tirando más de su cabeza hasta hacerla gruñir.- Créeme que estás muerta.

La muchacha presionó sus ojos y acomodó su bolso sobre su hombro.

-No pienso decir nada, es más, ¿este será nuestro secreto, verdad Yoshinori?- la sonrisa volvió a apoderarse de sus labios.-¿O debería decirte Yoshi?

Yoshinori agitó su cuerpo una vez más y finalmente la empujó, escupiendo al suelo antes de volverla a mirar con sus oscuros ojos encendidos en llamas y sus puños temblándole.

-Lárgate de una puta vez, antes de que te mate.

La observó tambalearse antes de sonreírle con picardía y subirse a su camioneta, desapareciendo de su vista antes de lo previsto.

Maldita estúpida. Estaba cagado.

Estuvo al borde de empezar a maldecir en plena vía pública cuando el automóvil de sus padres apareció frente a él y la única opción que tuvo fue meterse de nuevo a su casa y dejarse caer en el sofá, con las manos a ambos lados de su cabeza. Lo había visto. La rubia lo había visto besándolo, pero no importaba tanto. No era alguien que lo conociera y si se atrevía a abrir la boca, la hundiría.

𝙸𝚗𝚘𝚌𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 𝙿𝚊𝚜𝚒𝚘𝚗𝚊𝚕 [𝚈𝚘𝚂𝚑𝚒𝚑𝚘] 𝚃𝚁𝙴𝙰𝚂𝚄𝚁𝙴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora