Capítulo 12

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Daniel abre la puerta de su casa recibiendo a su madre acompañada de sus pequeñas primas. Vestía unos pantalones deportivos, calcetines de colores raros y una playera que en mayúsculas decía "Feliz Navidad", debajo de la frase había un reno con Santa Claus muy sonrientes.


—Hola, hijo. Te ves hermoso, pero te recuerdo que aún falta un poco para Navidad, estamos casi en octubre.


El pelinegro rodó los ojos ante el comentario de su madre.


—Hola, má, igual me alegra verte —se acercó como pudo y la rodeó con los brazos- como te darás cuenta tengo cinco meses, casi seis y ya nada me queda, esto fue lo único que encontré en lo más profundo de mi armario.

—Tranquilo, cariño, sólo era una broma —su madre besó su mejilla, dulcemente y entró.


Las niñas saludaron con besos y abrazos a su primo mayor, hace algún tiempo que no se veían.


—¡¿Ya llegó tu mamá, Danny?! —preguntó, gritando Johnny desde la cocina.

—¡Sí, por desgracia! —contestó bromeando, seguidamente, recibió un golpe en el brazo de parte de su madre.

—¡Yo te parí! ¡Yo te tuve ocho dolorosos meses dentro de mí! ¡30 horas en labor de parto! ¿Y así me lo pagas? —dramatizó Lucille.

—Es broma, mami. ¿Ya quieren pasar a la mesa? Johnny debe estar por terminar la comida —propuso el pelinegro.


Su familia asintió dirigiéndose al comedor.

Daniel no sabía qué es lo que había pensado la esposa de su tío Louie al tener tantos hijos, eran 7, como los siete enanos, una exageración, el creía que con 3 está más que suficiente. No todos daban en la mesa, sólo cabían seis personas. Los grandes se quedaron en la mesa y las gemelas con los bebés comería en la sala viendo televisión.

Johnny sirvió toda la mesa, desde los platos y manteles individuales hasta la comida y bebidas. Era la primera vez que trataba a Lucille como suegra, la última visita que ella había dado aún era el amigo de su hijo.


—¿Ya les dijeron que serán? —preguntó la madre del pelinegro, poniendo un poco de queso parmesano a su pasta.

—No, de hecho, mañana vamos. Johnny quiere dos niñas —Daniel sonrió viendo como su novio luchaba, con el ceño fruncido, por enrollar bien la pasta en su tenedor.

—¿Ah? Sí, estaría bien tener dos nenas, aunque también suena bien un niño y una niña —comentó distraídamente el rubio siguiendo su tarea de enrollar.

—Amor, basta, come normal —dijo Daniel, tocando levemente la mano de Johnny, éste lo dejo de hacer y siguió comiendo normal —. Sí, eso suena bien.

—Sería como que perfecto —opinó Lucille — así ya no tendría que volver a embarazarte buscando formar la 'pareja'.


Daniel y Johnny asintieron, sonrientes.


—No es por ser chismosa, pero... ¿Cómo van Bobby y Ali? —El menor río ante el comentario inoportuno.

—¡Tía! —regañaron Emma y Emily a su tía al mismo tiempo.

—¿Qué? Es sólo curiosidad, además, no me digan que ustedes no quieren saber que pasa —a las adolescentes se les tiñeron las mejillas, delatándolas.

Babies for Daniel (LawRusso) [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora