Prologo

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La alerta sonaba de forma ensordecedora mientras un mensaje se repetía una y otra vez "El sitio está perdido, será atomizado todo el personal competente que se dirija al helipuerto para su evacuación" ya el lugar estaba desierto todos los científicos y trabajadores se fueron, todos los clases D fueron ejecutados y los SCP mas importantes fueron evacuados.

Pero, aun así, estaba una persona para escuchar aquel mensaje alguien que caminaba con dificultad hacia un lugar en específico, su vientre estaba dejando salir sangre debido a las heridas echas por balas que tenía, un ataque de la insurgencia del caos y el estaba mortalmente herido, pronto todo el sitio desaparecería, pero él se negó a ir a un helicóptero, sabe que podían curarlo y hacerlo vivir mas tiempo, pero se niega rotundamente a abandonarla.

No es un gran SCP por lo menos para la fundación, para el ella es lo más importante, aquella que le ayudo a ser alguien en la vida, aquella que le permitió salir de la miseria y simplemente no se podria permitir dejarla perecer en la explosión de todo el sitio.

En su mano tiene lo que parece una pistola mas similar a una de juguete que una real, no era un arma solo un experimento en el cual estaba trabajando y con el cual pensaba salvarla, gracias a su carta de acceso 4 pudo abrir su sitio de contención, dentro observo un ordenador de 1999 encendido con un programa abierto donde un personaje 2D sonriente parecía esperar pacientemente a que algo pasara.

Cuando ella lo vio entrar herido y tambaleándose su semblante feliz paso a uno de absoluta preocupación —¡Dios mío Carlos! ¿Qué te paso? — Pregunto ella con una genuina preocupación, eso le hizo sonreír.

—M-me temo que...que no me queda mucho— Pronuncio el apuntando con aquella pistola hacia un lado de la habitación, en cuanto apretó el gatillo se pudo ver como un círculo azul apareció en el muro en el cual el laser de la pistola impacto, un portal a otro mundo.

—¡Carlos debes ir al hospital, rápido quítate tu bata y tapa la herida con ella! — El solo pudo sonreírle intentando calmarla, dejo caer la pistola y se acerco al ordenador.

—Lo siento miss J...me temo que esta será la ultima vez que nos veamos...por favor nunca deje de ser la mejor profesora del mundo— Ella no pudo decir nada mas pues este desconecto el ordenador apagándolo y de esa forma poniendo en reposo a la profesora virtual, este tomo con dificultad el pesado ordenador y lo llevo hacia el portal.

Dejo escapar un pesado suspiro y con pesar lanzo la maquina por el circulo azul el cual se cerro de inmediato, luego de hacer eso el hombre cayo directo al suelo mientras de su vientre se escapaba una gran cantidad de sangre, estaba por morir y a pesar de todo se sentía feliz, feliz de saber que ella podrá seguir enseñando podrá seguir mejorando vidas —Adiós miss J— Luego de decir aquello sus parpados se cerraron segundos antes de que todo el sitio se viese borrado por la explosión de una bomba atómica no dejando rastro alguno del científico de la fundación SCP.

En otro lugar mucho mas tranquilo un chico peliverde se encontraba volviendo a casa, completamente decaída arrastrando los pies y mirando el suelo, su rostro cubierto de lagrimas mientras sostenía con fuerza su cuaderno, las palabras de su héroe All might, no podria ser un héroe sin quirk...no podria completar su sueño ¿Qué le quedaba entonces? Nada, no le quedaba nada.

Ahora mismo el solo quería llegar a su casa y tirarse a la cama y nunca más levantarse, eso quería hacer, estaba de echo tan centrado en sus pensamientos que no noto un obstáculo en medio de su camino y este tropezó de inmediato con el cayendo directo al suelo, tardo unos segundos para levantarse no tanto por el golpe sino por su estado de animo actual, pero cuando lo hizo miro lo que le hizo caer una maquina similar a un televisor.

Confuso el peliverde miro la maquina con suma curiosidad, se veía como una de esas viejas computadoras que solo habia visto en los libros de historia, pero esta se notaba intacta como si viniese salir de la fábrica —¿Quién dejo esto aquí? — dijo el adivinando por el impecable estado de la maquina que alguien la habia depositado en el lugar y no solo la habia lanzado.

El miro de un lado a otro intentando encontrar algún propietario pero no habia nada ni nadie cerca, tal parece todos se vieron atraídos por un ataque de un villano que se podia escuchar a lo lejos, en tiempo normal el hubiese ido a ver pero su mente actualmente no estaba para eso, solo quería volver a casa...pero esta máquina delante suyo le provoca mucha curiosidad.

Al fin de cuenta decidió tomarla entre sus brazos sorprendiéndose por su peso, aun asi hizo lo posible para mantenerla en sus brazos y comenzó a caminar con dificultad hacia su hogar ¿Por qué la tomaba? No tenia ni idea, algo en su mente le decía que lo hiciera y el simplemente obedeció sin ser consciente de que obedecer a sus instintos terminaría por cambiar su vida y el mundo entero. 

SCP-5094: Te enseñare a ser un héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora