Lo Que Link Diría

El Chiste

“Así que el chiste de esto,” dijo link en pleno salto hacia un pilar que acababa de salir de un pozo de roca derretida, “es caminar por esta ruina, encontrar unas llaves, un mapa, una brújula, un tesoro-arma, pelear contra monstruos pequeños, luego contra su jefe…”

“No necesariamente en ese orden,” dijo el hada.

“...y obtener un objeto de ese jefe que no hará nada más que ocupar espacio en mi bolsa.”

“¡Oh!” El hada voló detrás de Link y un poco a su lado para ver la bolsa bajo su escudo. “Había olvidado que tienes una bolsa.”

“¿Por qué crees que me la paso llevando mi mano allá atrás cuando necesito algo? ¿O cuando quiero guardar cosas?”

“Parece práctica.”

“Lo es.”

El pilar sobre el cual Link estaba bajó peligrosamente cerca del magma. La cercanía al líquido al rojo vivo hizo que sus nervios subieran por su espalda. No obstante, antes de brincar, se había asegurado de que el pilar no se sumergiera completamente. Aun así, era antinatural que la pierda estuviese derretida. ¿Qué le haría tanto calor a él?

El pilar volvió a subir y Link brincó a la plataforma central circular. Por alguna razón, Link pensaba que esta era la cámara principal del calabozo. Caminó al centro de la plataforma para admirar su rededor. Había un esqueleto gigante de una bestia arácnida colgando justo enfrente de él, criaturas reptilianas del tamaño de perros pequeños arrastrando sus cuerpos sobre el suelo a su derecha, y unos goblins que lo acababan de notar en un balcon natural de la caverna arriba de él. Sí, era todo muy intimidante. Pero la caverna en sí irradiaba una atmósfera de maravilla.

“¿Y dices que deberíamos empezar con un mapa?” le preguntó al hada.

Una flecha cayó justo enfrente de Link. Quedó clavada en el piso y su ástil vibraba mientras el hada y el Hyliano la veían. Otra flecha cayó, más cerca a  ellos. Los goblins en el segundo piso estaban disparando sus arcos. Link posicionó su escudo justo a tiempo para que otra flecha lo golpeara y se rompiera en dos.

“Creo que deberíamos buscar un mapa por aquí,” dijo el hada.

Link pensó en lo curioso que era que las palabras de su acompañante lo irritaran más que los proyectiles golpeando su escudo.