Nuevo cuarto, nuevos monstruos. Link estaba flanqueado por dos esqueletos por segunda vez esee día. ¿O era de noche? No estaba seguro.
“Escucha,” dijo el hada.
“¡Ya sé que son Stalfos y que debo atacar cuando bajen la guardia.” Link empujó al esqueleto detrás de él con su escudo mientras mantenía al otro alejado con ataques de su espada dirigidos a la cabeza. “¿Algo más que quieras añadir después de repetirlo cuatro veces?”
El hada repitió lo que Link acababa de decir sin añadir nada.
Link gritó por su frustración y dio una maroma hacia atrás en el suelo, rodeando al Stalfos para quedar atrás de él. El monstruo alcanzó a dar la vuelta y poner su escudo entre Link y sí mismo, pero Link golpeó por debajo del escudo, a los huesos de las piernas de su enemigo. El Stalfos cayó al suelo y Link aplastó su cráneo con su bota.
Mientras el enemigo caído se disipaba en humo negro, Link tomó impulso corriendo cuatro pasos antes de saltar en el aire, con la espada en las dos manos sobre su cabeza. El Stalfos se preparó para el impacto protegiéndose con su escudo. Link aterrizó a la izquierda de su contrincante, se dejó caer de rodillas, y giró para encajar su espada entre las costillas del monstruo. Invirtió el movimiento. La espada estaba enredada con los huesos del torso del Stalfos. Éste se desprendio de la cadera y las piernas, y voló al otro lado de la habitación. Las dos mitades desaparecieron en humo negro casi de inmediato.
“Ah,” gruñó Link. Su intención había sido suspirar sólamente, pero la frustración era demasiada.
Un destello de luz dorada lo cegó, pero se desvaneció tan repentina y violentamente como había aparecido. En su lugar había un cofre.
“¿Que demonios acaba de suceder?” preguntó el guerrero.
El hada no respondió.
“¿Qué? ¿Ya no hay palabras de sabiduría programada?”
El hada guardó silencio. Link se acercó al cofre y lo abrió. Sacó una llave que flotaba y giraba lentamente sobre su mano. Una fanfarria también salió de la nada.
“¿Qué está pasando?” Link se volvió hacia su compañera. El hada volaba tan silenciosa como la habitación en la que se encontraban.
“Me pregunto para qué puerta será,” dijo Link saliendo del cuarto por la misma puerta por la que habían entrado. No parecía haber otra salida.
Después de buscar, finalmente encontraron una puerta con un enorme candado de acero forjado. Dos cadenas formaban una "X" sobre la puerta, la cerradura justo en la intersección de éstas.
“Puedes abrir puertas cerradas con las llaves que se encuentran en el calabozo,” dijo el hada.
Link volteó su cabeza lentamente con ira para ver al hada a su lado. Tardó varios segundos antes de contestar.
“No me j@#^$ ¿En serio?”
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Lo Que Link Diría
FanfictionLink atraviesa un calabozo e interactúa con su hada acompañante mientras pelea contra monstruos y resuelve los acertijos mortales de estas antiguas ruinas.