“Déjame ver si entiendo,” dijo Link mientras salía de la habitación y tapaba una botella con un hada en su interior. “Ellas me sanarán e incluso son más amigables que tú a pesar de que son mudas.”
Link sostuvo la botella en frente de su cara. El hada adentro brillaba rojo. Ella le guiñó y saludó con la mano.
“Incluso me revivirán si caigo en batalla.” Link miró al hada azul a su lado. “Pero de ti no sé ni tu nombre,” dijo mientras metía la botella en su mochila.
“Si necesitas descansar, puedes guardar el juego y volver en otro momento." El hada que había estado acompañando a Link desde el comienzo de todo esto voló en círculos a su alrededor tres veces y desapareció en su gorra.
Link levantó el dedo índice y abrió la boca. Mantuvo esta posición durante 3 segundos, decidió que no valía la pena, y continuó caminando a la siguiente cámara del calabozo.
¿Ella cree que esto es un juego? pensó.
En la habitación de al lado había una especie de trampa. Link tenía que golpear un interruptor de cristal con su espada. Sorprendentemente, no se rompió. Después de activar el interruptor, una plataforma flotante surgió de un abismo oscuro y negro que cubría parte de la brecha hacia el otro lado de la habitación. Después de la primera inspección, Link determinó que tenía unos cinco segundos para cruzar la brecha y saltar al otro lado antes de que la plataforma volviera a caer y él fuese tragado por la oscuridad.
Mirando fijamente la oscuridad del abismo, Link dejó escapar un suspiro que resonó en el vacío. Se quedó mirando, tratando de discernir cualquier posible distorsión que puediera ocasionar el sonido para ayudarle a determinar qué tan profundo era este enorme hoyo. Sabía que era inútil y, finalmente, se dio cuenta de que sólo perdía tiempo.
Link golpeó el interruptor, corrió tan rápido como pudo y saltó sobre la plataforma, rodó sobre ella, se levantó con el impulso y continuó corriendo. Tres segundos habían pasado y apenas estaba en el centro de la plataforma. Dos, uno.
Parte de la fuerza de su salto se perdió debido a que la plataforma descendió al mismo tiempo que se impusaba para el brinco. Link estiró todo su cuerpo para agarrar la cornisa. Estaba demasiado lejos. No lo iba a lograr.
Entonces sintió piedra contra sus dedos y puso rígida su mano. Link colgó de la cornisa y usó sus piernas para columpiarse y aventarlas sobre el borde para subirse al piso y rodar sobre él.
Sin pensarlo, se puso a cuatro patas y gateó hasta un cofre, lo abrazó, y jadeó varias veces antes de relajarse y utilizar el contenedor de madera para ponerse de pie.
Abrió el cofre. Una intensa luz dorada salió de éste. Link desvió la mirada y buscó a tientas en el interior. Su mano se cerró en un objeto cilíndrico. La luz atenuó. En su mano tenía el mapa.
“Hey,” gritó. “Mira, encontré el mapa.”
El hada salió del gorro de Link y revoloteaba a su alrededor. Finalmente se detuvo y habló.
“Si necesitas descansar, puedes guardar la partida y volver en otro momento.”
Una vez más, el hada se escondió en el gorro de Link.
"Sabes.” Bostezó Link, “tal vez no sea una mala idea.”
Esa misma habitación parecía perfectamente segura. Link sacó su saco de dormir, se quitó el escudo, la espada y la mochila y las puso a su lado. Cayó dormido.
De pronto Link estaba despierto y de pie. Su escudo, la espada y la mochila estaban en su espalda de nuevo. Ya no estaba en la habitación donde encontró el mapa. Estaba en la entrada del calabozo.
“Que el fuego de Din…”
“Cuando te vas para descansar, aparecerás en la entrada del calabozo cuando vuelvas,”dijo el hada.
Habían pasado cientos y cientos de años desde la última vez que que el monstruo en lo más profundo del calabozo se despertaba. Un grito de tormento y desesperación cayó en sus oídos. Este grito trajo recuerdos de cuando le hacían sacrificios para adquirir su favor. Quizás los sacrificios volverían a tomar lugar.
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Lo Que Link Diría
FanfictionLink atraviesa un calabozo e interactúa con su hada acompañante mientras pelea contra monstruos y resuelve los acertijos mortales de estas antiguas ruinas.