Corazón de hielo

Depresión

La noticia de la muerte del Pilar de la Llama: Rengoku Kyojuro afecto a la mayoría del cuerpo de cazadores pero en espacial a sus Alumnos.

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Hace algunas horas hubo una reunión importante con el patrón, acato nuevas reinscripciones y nuevas misiones con otros catálogos. Preocupado por la ausencia de un Pilar: Karonji Mitsuri mando a buscarla ya que presentía que algo malo sucedía, ella jamás se había ausentado.

Sanemi estaba más malhumorado que nunca y se puso peor cuando lo mandaron a buscar a su compañera, es decir, también le preocupaba pero no quería ir hasta su finca ya que era la más lejana.

En el camino se encontró con varios kakushi al mando del Pilar del Amor, estaban raros y se acercó a preguntar.

Ellos al notar la presencia del Pilar del viento se pusieron nerviosos e hicieron una reverencia de respeto.

- ¿Saben dónde se encuentra Mitsuri? - intento hablar tranquilo

- Bienvenido Shinazukawa-san, a decir verdad no hemos visto desde hace ya dos días a Karonji-san, desde la muerte de su maestro a estado distante, por favor, ayudela.

Se arrodilló y agachó la cabeza en forma de súplica, los kakushi que estaban bajo las órdenes de Mitsuri eran muy unidos con ella, ella les brindaba todo con mucho cariño.

Luego de conversar con ellos siguió su camino apresurando su paso, ya no estaba malhumorado ahora estaba realmente preocupado. En cuanto llego tocó varias veces la puerta y como no había respuesta entro de una maldita vez, tener paciencia no era lo suyo.

Y es ahí cuando la vio, tirada en el suelo con varias heridas en su cuerpo semidesnudo mientras lloraba.

- Eres una inútil. - se repetía una y otra vez mientras con su propia Katana dañaba su cuerpo, Sanemi sintió una presión en su pecho y se le formó un nudo en la garganta.

- Oye, ya es suficiente. - agarró su brazo y le quitó la Katana, sus miradas se conectaron una llena de preocupación y otra llena de miedo y tristeza.

La acercó a él y la abrazo, ella se aferró a él como a nada en el mundo mientras lloraba.

- Shinazukawa-san, soy una inútil, nunca puedo hacer nada bien si tan solo esa vez no me hubiera enfermado quizás Rengoku-san no hubiera muerto, no merezco ser un Pilar, no merezco vivir, soy un asco de persona nunca logro proteger a nadie.

- ¡No digas esas cosas tonta! tu eres buena a tu manera, lo primero es tu bienestar y luego los demás, comienza a preocuparte por ti misma, eres una de las mujeres más fuertes que he conocido, digna de ser un Pilar. Por favor, no dañes más tu cuerpo, éstas sangrando demaciado.

Cualquiera que estuviera cerca de el se hubiera sorprendido por como hablo Sanemi, Mitsuri estaba impactada con las palabras de su compañero que volvió a llorar con más intensidad, el no la veía como alguien débil y frágil que no estuviera a la altura de ser un Pilar.

Los Kakushi comenzaron a curar las heridas de Mitsuri mientras que Sanemi a lo lejos observaba todo un tanto preocupado por la situación, el mucho no la conocía pero si sabía que a las lenguas de los demás era muy sensible y sentimental, convivía mucho con Rengoku y Uzui eran un trío bastante llamativo, a Tengen lo notaba más serio y decaído pero siempre deslumbrante.