Camino hacia la finca del Viento mientras miraba fijamente el piso ya estaba avergonzada con lo ocurrido, llevaba vendas en sus muslos, brazos y abdomen. Quería pensar en que le diría y como se disculparía. El aire se le fue de los pulmones cuando lo vio ahí mirando fijamente las flores violetas conocidas como Glicerina.
Estaba solo apoyado en una lumbar, el viento chocaba contra su cabello moviendolo despacio por la brisa fresca que le hizo dar un escalofrío, se veía.. hermoso
El la observó de reojo y volteó a verla, a su lado era tan chiquita e indefensa cualquiera pensaría eso al respecto de la personalidad de Karonji pero es una de las mujeres más fuertes que hay, alguien de quién estar orgulloso, en varias ocasiones ha demostrado que el sexo femenino no es débil. No solo ella, varias cazadoras, ex's pilares mujeres también, e incluyendo a la mujer de patrón ella a demostrado una determinación y valentía sobre la situación en la que estamos, siempre presente al lado de su marido, dispuesta todo.
— Shinazukawa-san...
— Nunca has venido aquí ¿A qué se debe? date prisa que no tengo tiempo.
El mal genio del cicatrizado era horrible como siempre pero a ella nunca le importó, respecto a eso el suele estar mucho peor que ahora a decir verdad el no es grosero con ella ni con ninguna mujer el respetaba el sexo femenino solo que tiene un mal carácter y al tenerlo da mala imagen pero a sanemi le vale tres cominos lo que piensen de el.
— Respecto a lo ocurrido en mi finca hace unos días... Lo siento mucho en verdad fue una situación bastante incómoda para ti, no quise que tu u otra persona me viera en ese estado.
— No hay de que preocuparse lo que paso ya pasó ahora es tema del pasado.
Contestó más seco que una piedra mientras caminaba hacia ella. Inmediatamente corto el contacto visual al sentirse más nerviosa, recordó el abrazo de ese dia y se puso más colorada que un tomate fresco.
— Solo quiero que me prometas que no lo volverás hacer... Rengoku no querría verte así de ninguna manera.
Ahí estaba ese tono tan sensible y pacífico que uso con ella aquella vez, ese tacto de gentileza que pudo ver y escuchar. Observó sus ojos que demostraban preocupación y temor que no era solo por ella, Mitsuri siempre supo que Sanemi tenía un pasado oscuro y feo, lo notaba por sus ojos, actitudes y palabras.
— Lo se, estaría muy decepcionado si me viera así pero no sé preocupe Shinazukawa-san jamás lo volveré hacer.
— Sanemi... Llámame Sanemi.
Puso su mano en su hombro y dió dos leves palmaditas y se marchó dejándola sola, con una sonrisa.
— Gracias, Sanemi.
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Corazón de hielo
FanficHay veces en que el amor se encuentra en la persona que menos esperas El amor también significa sacrificio Sanemi comienza a desarrollar diferentes sentimientos hacía su compañera Mitsuri, desde el día en que la vio tan indefensa en sus brazos como...