Max iba a entrar en su salón pero justo delante de la puerta se cruzó con su exnovia, Judith.
-Venga Max vuele conmigo, lamento lo que le hice a tu hermana. –protestó y puso ojos de corderito que nadie se creería.
-Judith, déjame en paz, te dije que mi hermana es sagrada y te metiste con ella. ¿Qué puedo esperar de ti? –la apartó y se dirigió a su sitio al final del salón y mientras lo hacía entró Beatriz, la profesora de Matemáticas, acompañada del nuevo chico.
-Chicos, sentaos y callaos, os voy a presentar a su nuevo compañero de clases. Su nombre es Julio, Julio Davis, espero que lo hagan sentir como en casa. –Julio hizo una mueca que aparentaba una sonrisa.
-Siéntate al final en aquel puesto vacío. Bien, comencemos. Abran sus libros por la página 75 y comiencen a resolver ese ejercicio.
Julio se sentó al lado de Max, quien lo miró con cara de sorpresa. ¡Qué casualidad! El chico por el que vio a su hermana babear estaba justo al lado de él.
-Hola. Soy Max.
-Julio, mucho gusto.
-Eres muy serio ¿verdad?
-Eso intento aparentar pero dime ¿funciona?
-Un poco, sí. -Los dos chicos rompieron a reír, algo les decía que iban a terminar siendo muy buenos amigos.-
Jess iba de camino a la cafetería pero algo raro le estaba pasando pues no podía sacarse a ese chico de la cabeza. Llegó a la cafetería y tomó una soda de la máquina, la abrió y la bebía mientras caminaba hacia la mesa donde se encontraban sus amigas y su hermano. Judith que se encontraba sentada en una mesa cercana disimuladamente sacó su pie lo puso delante de ella con toda intención. Jess tropezó y cayó al suelo tirándose toda la soda encima.
Toda la cafetería comenzó a reírse al ver la escena excepto sus amigos que estaban muy entretenidos en su conversación y no se percataron del problema. Jessie se levantó rápidamente y salió corriendo, cuando iba a atravesar la puerta chocó con Julio quien la miró y se dio cuenta que estaba llorando e inmediatamente sintió la necesidad de protegerla pero pensó que no debía meterse. Se dirigió a la mesa donde estaban Max, Thalia y Abby.
-¡Ey! Max, acabo de cruzarme con tu novia e iba llorando.
-¿Qué dices tío? ¿De qué novia hablas?
-Sí tío, la chica que abrazabas esta mañana en la entrada.
Max se levantó y salió corriendo derribando la silla en la que había estado sentado anteriormente y dejando a Julio con la palabra en la boca quien no se esperaba esa reacción. Las chicas hicieron por salir corriendo también pero Julio las detuvo presentándose.
-Hola, soy Julio y voy al mismo curso que Max. ¿Y ustedes son?
-Ella es Abby y yo soy Thalia.
-Hola, mucho gusto pero dime algo que no sepa ya. –dijo Abby pícaramente.-
-Y la que según tú iba llorando es Jessica.
-¿La quiere mucho? –preguntó este interrumpiendo a Thalia y sin saber el motivo de tanto interés por esa chica.
-Sí, se adoran. Ella es una chica muy sensible e insegura y él hace todo lo posible por hacerla feliz pero no lo consigue y nosotras tampoco. Lo triste es que antes no era así, ahora es otra chica diferente a la que realmente fue algún día.
-¿Pero cómo? Si es guapísima. –Julio se dio cuenta de lo que había dicho y abrió muy grande sus ojos- Por favor no le digáis a Max que he dicho esto, no quiero problemas con él.
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No digas que me escondo en tus besos.
Teen FictionJessica, una chica de 17 años despierta cada noche aterrorizada por sus ya comunes pesadillas. Un secreto se oculta dentro de ella, algo que cambió su vida para siempre y que no ha sido capaz de compartir con nadie. Julio un muchacho odiado por su...